1961, 21 años
Cuando yo postulé para entrar a la Escuela de Educadora de Párvulos de la Universidad de Chile, que recién abría sus aulas por primera vez.
Quedé impresionada con la cantidad de postulantes, éramos: 200 postulantes, en un edificio en la calle República.
Me entró el típico temor de no tener posibilidades, que las otras, dibujaban precioso, y yo hice puros dibujos infantiles, como dibujaba en el CLUB, para los niños.
Nos hicieron varias Pruebas de Aptitudes: MÚSICA - DIBUJO - RITMICA - TEATRO - MIMOS - LITERATURA INFANTIL - POESÍA - RIMAS - DRAMATIZACION RITMICA CON VOZ – INSTRUMENTOS – CANTO y CREATIVIDAD.
Cuando yo terminé mis Pruebas, me fui a mi casa tan desencantada, porque como siempre, yo lo veía todo imposible.
¡Eran 80 vacantes para tantas postulantes!
Ya estaba decidida para postular para Profesora Primaria e hice los trámites, postulé y quedé.
-Cuando llegó el día que había que ir a ver la “Lista de Párvulos”, yo no quise ir, para qué, si yo veía, que las otras eran mejores que yo.
Y me quedé a esperar los resultados de PROFESORA PRIMARIA.
Pese a las malas caras de mi padre, que encontraba, que ser profesora, era una carrera mediocre.
Pero, a mi lo único que me gustaba era enseñar.
Mi hermana empezó a animarme a ir a ver los resultados de “PARVULOS”. “Anda a ver, como sabes, total si eso es lo único que te gusta, enseñar a niños”.
Pero no le hice caso, y no me quise ir. Entonces mi hermana enojada, me dijo: “Pues, entonces iré yo a ver la lista”.
Partió, y a la hora, volvió, y corriendo hacia mí, emocionada, me abrazo y gritaba: “La Toñi era la primera en la lista, tenia puros 7, tenia 13 sietes”.
“La segunda de la lista solo tenía 2 sietes, estaba lejos en el PUNTAJE”
Yo no lo podía creer, eso es imposible, dije.
-“Pero es así, tú tienes puros sietes en todas las pruebas”
-“Si quieres, para que te convenzas, vamos a ver”
-Fuimos a la Escuela, y yo seguía, sin poder creer, seguro que mi hermana leyó mal.
Cuando llegamos a ver la Lista, había un montón de niñas, mirándola y buscando su nombre.
Yo me acerqué y leí, mi nombre, en el primer puesto de la Lista y en verdad tenía trece sietes.
Lo leí, como cinco veces, no me podía convencer.
Habían algunas chiquillas que gritaban de felicidad, otras, estaban tristes. Yo no dije ni una sola palabra, ni una sola emoción, quede como paralizada, con la vista fija, en la Lista. Eran 80 admitidas.
De pronto, una gritó: “Y quien será MARIA ANTONIETA MONTECINOS”
“La embarró, tiene puros sietes. ¡Uy! ¡Quisiera conocerla!”
Y yo estaba al lado, la miré y era una rubia, alta de ojos claros, que había quedado en el puesto Nº65 y estaba feliz. Estaban su mamá, sus hermanos y todos la felicitaban, se llamaba MARIA PAZ.
Quise llorar, pero me contuve, sentí envidia de MARIA PAZ, que todos la felicitaban, y estaban sus familiares como ella, satisfechos de su logro.
-yo miré a Alicia, que emocionada me dijo:
“¡Mi hermana es lejos la mejor de todas!” y me abrazó.
-Y abajo decía: “MAÑANA EMPIEZAN LAS MATRÍCULAS”.
Cuando volvimos a la casa y le contamos a nuestros papás, mi papá dijo solamente: “Esta bien que sea la primera en la lista, pero lo importante, es que lo mantenga”
Ni siquiera una felicitación o un abrazo.
-Sentí como que me tiraban una barra de hielo.
Nunca podía encontrar algo bueno, en nosotras y siempre en los parientes.
Mi hermana, me dijo: “No le hagas caso, que nada te quite tus dos triunfos: ser alumna de Elena Waiss, siendo adulta y becada y ahora ser la mejor de 200 postulantes”.
Para ella era espectacular, pero para mí, era fácil que me desalentaran las personas, era por mi auto estima, como me dijo la madre Palma, “Que si yo no aprendía a valorarme a mí misma, nadie lo iba a ser por mi” y yo iba a seguir sufriendo.
Me reconfortó recordar sus palabras.
“Conversación con mi Directora Rebeca Stein”
Me fui a matricular, y me dijeron que al día siguiente, tenía una entrevista con la Directora, Sra. Rebeca Stein.
“¿Para qué será?”, me preguntaba.
“¿Por qué a mí, no más me hacían entrevistas con la Directora de la Escuela?”
“¡No pude copiar a nadie, porque todas las pruebas eran Orales!”
-Al día siguiente, estaba muy nerviosa en la sala de espera. Hasta que apareció la Secretaría y me dijo: “¿Antonieta Montecinos?”.
“Sí”, respondí.
-“Pase”, dijo, “La Directora la espera”.
Entre en la sala de la directora y era una Sra. Muy bonita, alta, rubia, con unos enormes ojos azules, tez blanca, sonriente y gentil. Me dijo: “Siéntese, por favor”.
“¿Usted no sabe para que la estoy llamando?”
-“No”, respondí, inquieta.
-“Para felicitarla primero por sus sobresalientes exámenes. Es una persona perfecta para trabajar con Párvulos.
Su creatividad, sus dramatizaciones, eran extraordinariamente adecuadas para Párvulos, sus creaciones musicales propias, preciosas y adecuadísimas para Párvulos, y sus dibujos parecían hechos pensando en la cabeza de un niño, su fantasía narrativa para contar el cuento, utilizando toda clase de elementos, toca tres instrumentos, tiene una hermosa voz”.
“¡Que quiere que le diga!”
¡Usted, tal vez no lo crea, pero para mí, será un honor tenerla a Ud. como alumna de esta Escuela!”
Dijo muy contenta y dándome un cálido abrazo.
“¡Bienvenida, MARIA ANTONIETA!”
¡Quedé perpleja, ante aquellas palabras y yo que pensaba que me iba a decir que tenía mucha edad para la Carrera!
Lo único que atiné a decir fue: “Gracias, Sra. yo también estoy muy contenta de poder algún día trabajar con Párvulos”
-“Rebeca” me dijo.
-“Perdón, Sra. Rebeca” dije nerviosamente.
-“Luego lo segundo que quería decir, era pedirle su ayuda, porque Ud. está mejor dotada, que algunas de nuestras Profesoras, que no saben aplicar sus conocimientos a los Párvulos”
“¿Usted me promete que me va a ayudar?”
-“Por su puesto” dije, todo le que Ud. quiera”
-“Bien, acuérdese, que le tomaré la palabra”.
Luego me dio un abrazo y una palmada en la mejilla.
“Crea en sí misma” dijo, “no tiene porqué estar asustada”
Me fui pensando en sus palabras, que ya antes me las habían dicho otras personas, “Crea en sí misma”.
“Entrada a Clases”
-Comenzó el primer día de clases, había un montón de alumnas, todas muy felices. Nos llamaron a entrar, la Sra. Rebeca nos hizo un recibimiento cariñoso, felicitando a todas por haber quedado en la escuela.
Ella se presentó como la Directora, y a ella teníamos que recurrir, por cualquier necesidad.
Luego, pidió un aplauso para la alumna que había sacado el mejor puntaje: “MARIA ANTONIETA MONTECINOS”, dijo, “póngase de pie, para que todas la conozcan”
-Las compañeras aplaudieron y gritaban: “Se pasó”.
-“Ella está dispuesta a prestar toda clase de ayuda a sus compañeras, así es que pueden recurrir a ella”.
¡BRAVO!, gritaron.
Luego, dijo que había que hacer una votación por la Presidenta de Curso. Como nadie conocía a nadie, a todas se les ocurrió votar por mí. Yo no tenía idea, que significaba ese cargo y acepté sin saber, de que se trataba.
No habían pasado unos días y me di cuenta, que había unas compañeras, que eran Comunistas y me empezaron a molestar, a criticar, porque yo no sabía hacer las reuniones, etc. Era una camarilla, siempre andaban juntas, buscando prosélitos.
Fue tan desagradable esta persecución para mí, que renuncié a este cargo, del cual no sentía el menor interés ni conocimiento de política.
Votaron y salió una “Demócrata Cristiana”. Porque la mayoría de las alumnas eran más bien del barrio alto: Demócratas o de Derecha.
Así, es que tampoco salió el grupito comunista.
Yo feliz, de haberme librado de ese cacho.
Después de unos tres meses de clases ya se sabía que todo el Profesorado era comunista o Socialista, incluso la Directora, era Comunista y varias alumnas.
Pero el interés principal de la Directora, más que hacer proselitismo, era sacar a delante su Escuela, estaba muy preocupada de lograr el óptimo entre sus Profesores y se la pasaba haciendo Reuniones, porque en muchos ramos, los Profesores, no sabían nada de la especialidad en Párvulos.
Sobre todo, Rítmica y Música eran fatal de aburridas.
Las alumnas se quejaban de lo aburridas que eran las clases de RITMICA y MUSICA. Consistía en marchar, hacer rondas, trotar, cantar canciones aburridas, no apropiadas para Párvulos.
Este murmullo rápidamente llegó a oídos de la Directora, que empezó a llamar la atención a esas Profesoras, pero no logró, que ellas entendieran la idea.
-Resultó que un día en clases de RITMICA, había que preparar en grupos, unas dramatizaciones para niños de 4 años y 5 años.
Un grupo de compañeras, me pidieron ideas adecuadas, yo les sugerí a 4 grupos, algunas ideas, y más el grupo mío, éramos 5 grupos, que realizamos las ideas mías.
Las ensayamos para presentarlas en clase.
Cuando llegó el día de la dramatización con nota.
La Srta. Jenny, profesora de gimnasia, que nos hacía RITMICA, comenzó a hacer salir los grupos de 6 alumnas por vez y les ponía nota.
En ese momento entró la Directora y se sentó a mirar las dramatizaciones.
Cuando terminaron de pasar todos los grupos, la Srta. Jenny, dio las notas.
-Poniendo las notas más altas, a los grupos que hacían ejercicios más complicados, hasta casi ballet.
Y a nosotras, los 4 grupos que hicimos dramatizaciones más simples y factibles de realizar los Párvulos, nos puso puros 4.
-Nos quedamos tristes, porque todas esperaban de mí, una ayuda, como les había dicho la Directora, y resultamos con las notas más bajas. Se sentían frustradas.
Cuando terminó la clase, la Directora llamó a la Srta. Jenny a su oficina y se escuchaba que estaba muy molesta con ella.
Después de que la Srta. Jenny salió muy enojada, la Sra. Rebeca me mandó llamar a su oficina:
“Quiero conversar con usted” me dijo.
Yo me extrañé que quisiera conversar, pensé que fue por las malas notas de RITMICA.
“Siéntese” me dijo, aun molesta por la conversación con la Srta. Jenny.
Y ella no anduvo con rodeos y me dijo:
“¿Se acuerda que cuando Ud. entró a la Escuela, me Prometió ayudarme en lo que yo deseara?”
-“Sí, Sra. Rebeca, lo recuerdo perfectamente”.
-“Pues bien, ahora ha llegado la hora que Ud. cumpla su promesa”
-“Bien” respondí, “Qué necesita, estoy a su disposición”
-“Mire Ud. hoy presencié lo que tantas alumnas venían quejándose de la clase de RITMICA, yo hable varias veces con la Srta. Jenny del problema, que sus actividades no eran adecuadas para Párvulos y que tratara de crear actividades factibles de realizar por Párvulos, pero por lo que veo, no me ha entendido nada. Solo con ver sus Evaluaciones, me doy cuenta, que ella no entiende lo que se pretende. Justamente los 4 grupos que hicieron un trabajo apropiado lo calificó con nota 4, y los menos adecuados, con notas superiores. Esto me prueba, que a pesar de nuestras conversaciones, ella no ha entendido nada”.
“Luego supe que los cuatro grupos los inventó y preparó Ud. que eran los que a mi parecer, merecían las mejores notas”
-“Yo hablé recién con ella y se molestó con mi presencia en su clase y consideraba que yo no tenía porque evaluarla a ella, porque ella es una Profesional de Gimnasia”.
-“Sí, pero yo necesito una Profesional, entendida en Párvulos”, le respondí. “Pero esos Profesionales no existen, me dijo”.
-“Lo peor, que ella tiene razón, esta es una carrera nueva, y las Profesoras de Gimnasia, nada saben de trabajar para Párvulos.
-“Pero el caso, es que yo quiero que las primeras Profesionales que salgan de esta Escuela, salgan bien preparados para trabajar con Párvulos.
“¡Le dije que si no mejoraba sus clases, me vería en la necesidad de despedirla!” me hablaba roja y furiosa. Estaba muy molesta, en verdad.
“Yo estoy en un problema porque no tengo a nadie que se especialicen actividades rítmicas, para Párvulos y sus compañeras dicen que Ud. tiene ideas muy apropiadas para realizar con Párvulos en esta Cátedra.
“Hoy fui a comprobar lo que ellas decían y vi todos los grupos”.
“Solo encontré 4 Grupos que realizaron actividades apropiadas y las alumnas de esos grupos, me contaron que Ud. había dado esas ideas”.
-“Y Ud. qué desea de mí” respondí, “¿Que les enseñe actividades más adecuadas a mis compañeras?”
“Exactamente, yo deseo que Ud. tome esta Cátedra”
“¡Pero Sra. Rebeca, yo no tengo ningún TITULO, soy apenas una estudiante, cómo voy a tomar una Cátedra! ¡La Srta. Jenny es Profesora de Gimnasia!”
“Eso es imposible, yo jamás sería capaz de pasar a llevar a una Profesora, ¡Eso no sería ético!”
La Sra. Rebeca gritó enojada: “A mí, me interesa solamente, que esta Escuela, funcione bien en todas sus Cátedras, ¿Qué saco yo, con que sea Profesora Titulada, si no tiene idea de cómo adaptar su clase a los Párvulos?”
-“Sra. Rebeca, yo la respeto mucho a Ud. y entiendo su Problema, pero esto no se puede resolver así, yo soy incapaz de atropellar a una Profesora así. Tal vez Ud. podría encontrar a otra Profesora de Gimnasia, que pudiera realizar lo que Ud. desea”
-Me gritó molesta: “¿Para qué quiero, otra Profesora de Gimnasia, si ninguna tiene estos conocimientos?”
¡Yo me asuste al verla tan molesta!
-“¿Para qué, teniéndola a Ud. aquí, que yo misma vi su examen de Admisión y la clase de Rítmica, donde esta Profesora, las calificó a Ud. y a los tres grupos enseñados por Ud., con nota 4?”
-“Por amor a esta Escuela y a sus compañeras, para que sean mejores Profesionales, ¿No podría Ud. hacer un esfuerzo, en olvidarse de su Ética, y pensar más, en las Educadoras?
-Me quedé pensando en alguna solución, que nos dejara conformes a ella y a mí.
¡De pronto se me ocurrió una idea!
¿Y si en vez de despedir a la profesora, Ud. me nombrara su ayudante?
-Así yo podría ayudar a mis compañeras, sin despedir a la Profesora.
-Pensó y dijo: “Verdaderamente Ud. es un hueso duro de roer”
“Si su “ética” es tan importante, no me parece mala idea, que Ud. sea su “ayudante”.
-“Lo hablare con la Sr. Jenny” dijo, y se notaba muy satisfecha.
-A los días después, llegó a nuestro curso y les dio la noticia de la ayudantía, que estaría a cargo mío y seria los miércoles de 4:00 a 5:30.
-Hubo un masivo aplauso, las compañeras estaban felices, menos las del grupito Comunista, que no me tenían buena porque yo era Católica.
“¿Están contentas ahora?” gritó Sr. Rebeca.
-“Sí”, gritaron todas
Ella ya había conversado con la Sr. Jenny y ésta había aceptado.
Yo entonces me dediqué a organizar las actividades rítmicas, separadas por edades: SALA CUNA – MEDIO Y TRANSICION.
Me pasaba todas las noches, creando actividades para diferentes edades y ensayándolas al piano.
Mi proyecto incluía no solo Rítmica, sino también Música y Dramatización, me parecía más enriquecedor, mezclar las actividades, resultaba más entretenido, y completo.
Le presenté mi Proyecto a la Directora para 8 clases, de los 3 Grupos diferentes.
Para conocer su opinión, de la mezcla de actividades.
Ella lo leyó y quedó encantada. “Comienzas el próximo miércoles” dijo.
“Pero” le dije, “tengo un problema”
“¿Cuál es?” dijo ella.
-“Que el piano está muy desafinado y eso, echaría a perder el oído de mis compañeras.
-“Yo conozco al afinador del Conservatorio, si quiere puede hablar con él.
“¡Claro tienes toda la razón! ¡Como van a aprender bien, con ese piano desafinado!”
“Llámalo HOY mismo para que lo afine y podamos comenzar el miércoles”
Me dio un abrazo y me hizo un cariño.
“¡Eres única!
“Mi Ayudantía, Primera clase”.
-Las clases comenzaron el miércoles, con un pleno de asistencia, aun aquellas comunistas se veían bien dispuestas.
-Comencé yo, explicándoles sobre los ritmos que los niños podían captar a esa edad. Algunas hasta llevaron cuaderno, lápiz y anotaban.
“Entonces comenzaremos con una actividad para niños de 2 años”.
“Vamos a ponernos en rondas de 8, por favor”.
-“Haremos el sol, cada una en su puesto, se acuestan hacia atrás formando un circulo”.
-“Ahora el sol está saliendo”.
“Agitaremos las manos con los brazos en alto, siguiendo este compás. Hice sonar la pandereta lentamente”.
“Cada vez, que suene el pandero, agitamos las manos, porque está saliendo el sol”.
“¡AGITEN LAS MANOS!”
-“Comenzaremos lentamente agitando, porque todavía el sol está saliendo despacito”.
-“Luego, descansan los brazos a los costados”.
-“Luego el sol se asoma otro poquito”.
-“Toco el pandero más rápido”.
-“AGITAN al compás del pandero”.
-“Así, se repite el ejercicio, levantando y bajando brazos. El pandero va acelerando su ritmo hasta que el sol salió”.
-“Lo importante en este ejercicio es la coordinación motriz, que todos lo logren al mismo tiempo y obedezcan a la orden “PARE”, significa bajar manos”.
“Esto cumple varios objetivos: rítmicos, porque deben agitar manos al ritmo del pandero, atención, porque deben estar atentos a las ordenes, capacidad de recibir órdenes y además aprenden a trabajar en grupo”
“Al final el sol se durmió, manos quietas a los costados”.
-Era curioso, pero a algunas compañeras, les costaba ir al ritmo que las otras.
Se reían como locas, porque a ésta les costaba, un ejercicio para un niño de dos años.
-Entonces las empecé a llamar de a una y les decía:
“Ahora toca tú el pandero, imagina que eres la Educadora y ellas, los niños de 2 años”.
“¿Quién se ofrece?”. Risas y risas, pero al fin vino MARCELA.
-Tomó el pandero y comenzó suavemente a salir el sol y se escondía.
“¡Muy bien!” Le dije. “Estupendo”.
“Pero ahora vas a observar los grupos, si van todas al mismo ritmo”.
Comenzó ella a recorrer los grupos, tal como yo lo había hecho y fue nombrando algunas que no iban a compás. Yo las iba separando.
Luego continuó el ejercicio, pero de pronto, se entusiasmó y tomó un ritmo demasiado rápido.
“¡Momento, momento!” dije. “No te olvides, que ellas tiene solo dos añitos, no pueden alcanzar esa velocidad”
-“¡De nuevo!”.
Marcela disminuyó el ritmo hasta hacer morir el sol.
“¡Un aplauso!” dije a todas. “Lo hiciste muy bien”.
Marcela se fue a su puesto, muy orgullosa.
-Luego, fui aparte y anoté los nombres de las compañeras que estaban fallando en ritmo y otras más que yo agregué aparte.
Luego llamé a 4 compañeras de buen ritmo y les encargué dos compañeras a cada una, para que practicaran con ellas aparte para ayudarlas.
-“Ahora haremos una “dramatización- rítmico musical” para el grupo medio (3 a 4 años).
“¿Qué es eso?”, dijeron algunas, todas al mismo tiempo.
“¡Eso va a ser muy difícil!”, gritaban otras.
-“Al contrario”, les explique, “Es mucho más fácil acompañar la dramatización con música y con ritmo. ¡Además es más entretenido!”
“El niño es un todo, no es cosas separadas”.
“¿Han visto, que cuando cantan llevan el compás con el pie?”
“Además en este ejercicio, dejarán volar libremente la creatividad e imaginación de cada una”.
-“Bueno, se ponen en rondas de a 6 con los brazos extendidos a los costados, para tener un espacio libre para actuar. Que no se topen las manos”.
-“¿Listas?, ahora escúchenme Uds. son árboles, que están durmiendo, cierren los ojos y se los tapan con las manos como los niños. Piensen que tienen 3 a 4 años”.
Se escucharon risas. “Bueno, ahora esta amaneciendo y las ramas de los árboles se están despertando”.
“Vamos entonces despertando suavemente, si alguna tiene cualquier iniciativa para enriquecer el ejercicio, puede hacerlo libremente. Vamos moviendo libremente los brazos y meciéndolos como ramas que se despiertan.
“¡Usen su creatividad!”.
Entonces MARIA PAZ, llevó su mano a la boca, imitando un bostezo.
“¡Bravo, MARIA PAZ!”, dije. “Esa fue una excelente idea, me gustó”.
“¡Con soltura!” “¡Con gracia!” “¡Algunas están tiesas!”.
“Muevan la cabeza también. Pueden mover los brazos como ramas de árboles, en cualquier sentido.
-“¡Perfecto!”, dije. “Ahora viene un viento suave, que mece los árboles. Entonces ahora, incorporemos al trabajo de dorso, brazos, cabeza y también cintura”.
-“¡Vamos!, moviéndonos lentamente sopladas por un leve viento. Luego el viento es más fuerte, más fuerte. Entonces podremos incorporar también las piernas, o sea todo el cuerpo”.
“El árbol lucha contra el viento, luego el viento comienza a disminuir hasta que el árbol se vuelve a dormir”.
-“¿A quedado claro?, ¿Alguna duda?”
-“Bueno, ahora, iré al piano y comenzaremos a interpretar libremente y con soltura el ejercicio”.
-“Comenzaré a tocar una música suave, adormilada, luego el ritmo irá acelerando, viene el viento, luego acelera y viene poco a poco la calma y los árboles se vuelven a dormir”.
Empezaron mis compañeras el ejercicio, al compás de la música, luego comenzó el viento suave. Algunas lo hacían bastante bien, otras les daba vergüenza, pero poco a poco se iban soltando. Al final volvieron al compás de la música, todos a la quietud.
“¡Fenomenal!”, grité. “¡Estupendo, lo han hecho fantásticamente!”
Todas se reían y se alegraban. “Para ser la primera clase, me encuentro altamente satisfecha”.
-“Solo quisiera pedir ayuda a alguna de Uds. que son mas elásticas y sueltas en la interpretación que siempre se pongan en los mismos grupos”.
“Quiero que MARGARITA y MARIA PAZ, sean cabeza de un grupo cada una, de algunas compañeras, que les cuesta más soltarse.
-“Entonces con MARGARITA, estará Angélica, María Soledad, Natalia, Lourdes, Anita, y con MARIA PAZ estará Fernanda, María José, Rosita, María, Carmen.
-“Acuérdense”, les dije: “Uds. se pondrán siempre en el mismo grupo y trataran de imitar a MARGARITA y MARIA PAZ.
“La clase ha terminado”, dije, “¡Hasta el miércoles!”
“Les recomiendo que practiquen el ejercicio, mirándose al espejo e imaginándose un árbol”.
Se fueron muy contentas.
El miércoles siguiente, se acercaron algunas compañeras a felicitarme por la clase.
“¡Súper entretenida”, decían, “Y con piano!”.
-Una de ellas. María Inés. Me dijo que tocaba la flauta.
-“¡Oh, que estupendo!, cuando la necesitemos la traes”, le dije.
-Se me acercó Angélica, como derrotada, y me dijo:
“Yo no sirvo para esto, me da vergüenza y me ataco de risa”.
“NO importa, al principio, es así, después te acostumbrarás a dejar volar tu imaginación”.
“Mi Ayudantía, Segunda clase”.
Llegó el siguiente miércoles y todas las alumnas estaban con 100% de asistencia, muy entusiasmadas y contentas.
Yo entonces les dije, “Antes de empezar la clase, quiero decirles algo, que es muy importante”.
-“El miércoles pasado, habían algunas de Uds. que se reían mucho y sentían vergüenza de hacer ejercicios para niños. Al principio, es natural, pero ahora, quisiera, que Uds. comprendieran que si serán futuras “Educadoras de Párvulos”, tendrán que saber ponerse en el lugar del párvulo y no reírse”.
-Ellas se reían y Margarita me dijo:
“Es que me siento tan ridícula, haciendo esto, que no me puedo imaginar haciéndolo con niños”.
-“Ya lo sé”, respondí, “Mira, tu jamás podrás trabajar con Párvulos, si no te imaginas que eres tú, un niño, pensar como un niño, de la edad correspondiente”.
“y tampoco la Educadora se puede reír, durante el ejercicio, porque el Párvulo, se avergonzará y no te tendrá respeto, pensarán que su Educadora se burla de ellos”.
“Esto es muy serio, jamás debemos faltar el respeto a un niño, porque algo no les salga bien, porque ellos se sentirán humillados, irrespetados. Solo debemos corregir al niño con cariño y respeto, sino perderás el dominio del grupo y no te harán caso”.
“Es importantísimo que la clase de Gimnasia, sea útil para liberar tensiones y relajarse, dejarse llevar por la música, el ritmo, que su imaginación vuele sin vergüenzas, ni temores. Estimularlos siempre a crear, agregar cosas nuevas que ellos aporten”.
-“Te imaginas tu, que por ejemplo: Estudiaras ballet, y tu profesora, se empezara a reír de ti, porque no te sale bien un ejercicio. Ya no podrás hacer nada libremente, y sentirás que esa profesora, te falta el respeto y ya no te sentirás libre para interpretar”.
Todas escucharon, con mucha atención.
Algunas tomaban apuntes, mientras yo hablaba.
-“Descansen un poco, y luego haremos un ejercicio para niños de 4 a 6 años”.
Se reían, todas muy contentas: “¿Qué se le va a ocurrir ahora?”, decían y reían expectantes.
-Muchas todavía tenían vergüenza, de hacer el ridículo, decían.
“Bueno, ahora haremos una DRAMATIZACION, un poco más difícil”.
“Pónganse por favor, de 2 en 2, mirándose, frente a frente”.
Les expliqué luego el ejercicio. “Estos niños de esta edad, son mucho más observadores e imitadores, sobre todo de los animales e imitan los sonidos que ellos emiten”.
“Ahora, todas son perros, son 2 perros, peleando, pónganse en 4 patas en el suelo, de rodillas, afirmándose con las manos”.
“Imaginen que son dos perros, peleándose, emitiendo sonidos de 2 perros enojados”.
Todas se pusieron a reír, mientras se ponían como perros.
“Pueden actuar libremente, dejando volar la imaginación”.
“Pueden crear lo que quieran”.
“Ahora imagínense la escena: “Yo soy un perro enojado, también los movimientos se su cuerpo”.
“¡LISTAS!, comiencen”.
Algunas parejas solo se reían y no hacían nada, tenían vergüenza.
Otras lo hicieron con timidez, otras compañeras lo hicieron tan bien, que hasta una hacía que mordía la malla de la otra y mordiéndole el brazo.
Fui recorriendo e iba nombrando a las que lo hacían mejor, tanto la imitación del perro, como sus sonidos.
Nombré entonces varias parejas, que lo hacían mejor y las puse adelante, para demostrar el ejercicio. Ellas lo hacían seriamente muy concentradas en su personaje, como yo les había indicado.
Pero el resto del curso, se reían como locas.
Sobre todo de esas dos que se mordieron los brazos y piernas y emitían unos ruidos estupendos de perros enojados.
“¡Muy bien! ¡Estupendo!. Esa es la idea, hacer cuenta que son actrices que están en un escenario, trabajando un personaje seriamente”.
Luego lo hicieron las segundas bastante bien y seriamente.
Así, quedaron seis parejas adelante, que serian de modelo al resto del curso.
Luego comenzaron otras parejas a tomarlo seriamente, que antes se reían.
Empezaron a imaginarse mejor a los perros.
“¡Bravo Lourdes y Marcela!”, decía, “Están mejorando mucho”
Y así, iba de pareja en pareja, haciendo algunas correcciones y felicitando a las que iban mejorando.
-Luego de un tiempo de ejercicio de imitación del animal, comencé a enseñarles a ladrar jugando con el ritmo.
Yo lo hacía, ellas repetían, “GUAU-GUAU-GUAU”. (3 tiempos)
-Luego repetí: “GUAU-GUAU / GUAU-GUAU”
En un ritmo de dos tiempos.
Llamé a MARIA PAZ, a que tocara el pandero, en dos tiempos. Cada pareja decía el 1º guau-guau, su compañera respondía como un eco al compás del pandero.
Luego todo el curso lo hacía bastante bien.
-Luego un ritmo de 3 tiempos/silencio/guau.
“GUAU-GUAU-GUAU, silencio, GUAU” al compás del pandero.
Tardaron un poco en lograr armonía y ladrar todas al mismo tiempo.
Yo iba recorriendo las parejas, y la que lo hacía peor la unía a una que lo hacía mejor y tratara de imitarla.
Ahora nadie se reía y todas trabajaban con concentración y entusiasmo.
“Bueno”, les dije. “Ya son las 5:30, es hora de terminar”.
“¡Ah!”, dijeron, “Tan pronto se pasó el tiempo”
“¡Estábamos tan entretenidas!”
“Ahora, les voy a dejar una tarea. Se pondrán en la casa, frente a un espejo y ensayaran los movimientos del árbol y del perro enojado, ojalá con otra compañera”.
-¡Hasta el otro miércoles!” grité.
“¡Practiquen las tareas!”
-Me fui a sacar la malla, cuando de pronto, se escuchó un aplauso pausado al fondo de la sala.
-Miramos y vimos que estaba escondida la Sra. Rebeca. Todas gritaron: “¡Ay, nos estaba viendo!”
“¡Que plancha!” decían algunas.
Otras se tapaban la cara porque se morían de vergüenza, que las hubiese estado viendo la Directora.
-“¡Las vi también el miércoles pasado!”, dijo contenta, “Y estoy muy satisfecha, ¡Felicitaciones!”
“¡Esto era lo que yo quería!”
-¡Me miró sonriendo ampliamente, parecía más orgullosa de ella, que de mí!
“Problemas con la Sra. Jenny”
Sucedió que al pasar dos miércoles, de clase de rítmica, la Sra. Jenny se fue a quejar a la Directora.
Porque ya casi nadie asistía a sus clases, pero sí todas iban a la mía. Estaba muy enojada y amenazó a la Directora con acusarla a las autoridades del Partido, por el abierto atropello hacia ella, a favor de una alumna católica y sin título.
Además le dijo, que todos los Profesores del Partido, estaban de acuerdo con ella: Sra. Linda Volosky, la Profesora de música, Pilar Mira, el Profesor de teatro, también comunista, la acusarían de que ella estaba desacreditando a un Profesional del Partido y testigos estaban mis compañeras comunistas, decía.
Además dijo que ella era la Profesora de Cátedra y podía poner notas a las alumnas y yo solo era una simple ayudante.
-Si no asistían pondría puros “unos” por inasistencia a las alumnas.
Así es que comenzaron los rumores, entre las compañeras y los Profesores, amigos de la Sra. Jenny.
Los comentarios, unos a favor, otros en contra.
Pero yo me empecé a sentir mal, nunca pensé que iba a pasar eso.
Se los hice ver a mis compañeras y les dije:
“Si Uds. quieren que yo siga con la ayudantía, tienen que ir a clases de Gimnasia, con la Sra. Jenny, porque si no, les iban a poner un 1 en rítmica, porque ella es la Profesora Profesional a cargo de la Cátedra y la que pone las notas, yo solo soy una ayudante y alumna, así es que no puedo poner notas”.
“¡Que lata!”, dijeron algunas.
Pero la mayoría tomó conciencia del problema y prometieron asistir con la Sra. Jenny.
Pero, pasado, 2 meses, se aburrieron y comenzaron a faltar.
Entonces se comenzaron a escuchar comentarios, que la Sra. Jenny, iba a poner un reclamo al ministerio que iba a acusar a la Directora.
Yo también asistía a sus clases, para dar un ejemplo, pero en realidad, como decía la Sra. Rebeca, no había ninguna comprensión de lo que ella les estaba pidiendo.
Las clases eran carentes de toda creatividad, aburridas, solo acompañadas del pandero, y nos hacia trotar en circulo y hacer Gimnasia como en el colegio.
Yo comprendí el problema grande de la Sra. Rebeca pero en esas condiciones, yo no quise continuar mis clases.
Además me llevé en contra, todas las Profesoras comunistas y socialistas, que me empezaron a hacer la vida imposible. Linda Volosky, comunista acérrima me tenía un odio espantoso y un día en su clase de Literatura Infantil, me puso un 4, en una narración de un cuento. Todo el curso dijo: “¡Uy!”.
Dándose cuenta de la injusticia.
La Sra. Jenny vivía desprestigiándome y hablando con mis compañeras comunistas, que me empezaron a hacer la guerra.
Era un ambiente, tenso, desagradable, dividido, unas a favor, otras en contra, hostil.
Y en esas condiciones me empezaron los dolores de cabeza tensiónales, no dormía bien y me comencé a sentir la manzana de la discordia, hasta que decidí hablar con la Sra. Rebeca, ni siquiera podía estudiar piano.
“Conversación con ambas Directoras”
Yo entre a la sala de la Sra. Rebeca dispuesta a retirarme de la escuela, estaba en un estado de nervios que no podía más.
Nunca creí, ingenuamente, que esta situación se pudiera dar.
Yo pensé que podría ayudar a las alumnas, pero sin provocar molestias a Sra. Jenny, ni menos a la Sra. Rebeca, yo no entendía nada de Política y ella, como comunista, estaba siendo acusada entre sus colegas, por pasar a llevar a una camarada.
Le propuse, continuar con la ayudantía hasta que yo recibiera mi titulo de Educadora de Párvulos.
Porque si no, ni siquiera mi titulo iba a recibir si esos profesores, me seguían bajando las notas injustificadamente y tratándome en clases en forma humillante.
-Además mi salud, se estaba quebrantando con estos problemas y no podía ni dormir.
Ella me escuchó atentamente y dijo:
“María Antonieta. Ud. nunca va a surgir en la vida, si no se valora a sí misma”
“Ud. tiene un talento excepcional, para trabajar con niños, y sus compañeras, la necesitan”.
“¿Para qué toma tanto en cuenta a la opinión de los demás, si Ud. tiene todo mi apoyo?”
“¡Pero Sra. Rebeca, si todo el mundo dice que a Ud. le van a acusar a su partido, al ministerio y todas las Profesoras comunistas están dispuestas a acompañar a la Sra. Jenny y mis compañeras comunistas también!”
“Déjeme ese problema a mí”, dijo.
“¡Yo la necesito a Ud. aquí!”
“No esté preocupada por mí. Tranquilícese Ud. no mas y continúe con sus clases”.
-“Yo hablaré con el Profesorado”-
A partir de esta conversación yo quedé muy alterada. No `podía tocar el piano.
No hallaba a quien pedirle concejos, mis notas en la ESCUELA MODERNA empezaron a bajar, no me podía concentrar.
Este problema comenzó a causarme un verdadero descontrol, ya no rendía intelectualmente, tocaba el piano a tropezones.
Sra. Elena Waiss, me hizo parar y me dijo:
“María Antonieta, qué pasa, usted no me está estudiando, sus rendimientos están bajando, si sigue así, perderá su beca.
Yo estaba tan angustiada, que le conté mi problema.
Ella, me preguntó:
-“¿Quiere que le dé mi opinión?”
-“Si, por supuesto”, respondí.
“Mire, yo reconozco, como su Directora Rebeca Stein, que usted tiene un gran talento pedagógico, es creativa, todos los conocimientos los tiene por instinto”.
“Yo entiendo la desesperación de Rebeca, ha descubierto en usted a la persona perfecta para solucionarle el Problema, ella esta admirada de sus capacidades creativas y pedagógicas, habla de usted, que hay que pararla”
“Yo le he dicho, que tenga paciencia, que espere que usted se gradúe, pero como buena Judía que es, porfiada igual que yo, no quiere esperar, dice que Ud. esta perfectamente preparada, AHORA.”
“No quiere entender, ella quiere que su ESCUELA marche bien”.
“Ella dice que no hay educadoras preparadas para hacer el trabajo, la ESCUELA empezó a existir desde este año”.
“Yo entiendo que ella necesita urgente, una profesional preparada, y está feliz, porque lo encuentra en una alumna”.
“¡Es una tentación muy grande para ella!”
-Yo la interrumpí:
-“Perdón, que la interrumpa, Sra. Elena, ¿Usted conocía a mi directora?”
-“Si, por supuesto, ¿Olvida que ambas somos Judías y Directoras?”
-Pero Sra. Elena, ¿Entonces usted sabía el problema que yo estaba teniendo en mi rendimiento?”
-Por supuesto que sí, varias veces se lo dije a Rebeca”.
“Le insistí que desistiera, pero ella tiene miedo de perderla. Yo le dije que así, la iba a perder”.
Yo me quedé desorientada, “¡Porqué, porqué, no me contó nada a mí!”, pensé.
-“¿Qué piensa?” me preguntó.
-“No nada, Sra. Elena”.
-¿Usted se pregunta, porqué no le hice saber que me encontraba al tanto de su problema?” dijo.
“Sí, sí”, respondí, pensativa.
“Por la sencilla razón, que yo quería que usted tomara una decisión “Libre”, sin presiones, que determinara por sí misma”
-“¿Y si yo no le hubiera contado a Ud. mi problema, habría perdido mi Beca y no habría podido continuar mis estudios y Ud. nunca me habría dicho nada?”, pregunté.
-Ella se sonrió
“No, sé que Ud., me lo iba a contar, solo esperaba su decisión, con cuál de las 2 opciones, se quería quedar, cuál iba a ser su criterio”.
-“Yo he pesado las dos balanzas, veo que Rebeca por defender esta causa, se está echando en su contra sus propios Profesores Comunistas como ella.”
“Ella está siendo como una traidora al partido. Pero los problemas, no siempre se pueden solucionar en forma ideal, ella tendrá que esperar, su juiciosa propuesta, de ayudarle cuando usted termine su carrera, para tomar esa cátedra con legitimidad, aunque se encuentre hoy perfectamente preparada para ejercerla, ella no puede presionar esta situación”.
“Además, usted no es una persona que tolere la PRESION, ni menos, que pase a llevar a sus “PRINCIPIOS ETICOS””
“Mi opinión es que la PROPUESTA que usted le hizo, es correcta”
“Además ella está arriesgando su puesto de Directora”.
“Los comunistas tienen mucho poder”
“A este paso, perderá usted, su 1º Año de Párvulos y su Beca de piano.
“DESISTA ROTUNDAMENTE, ESA ES MI OPINION”
“Ofrézcale, que cuando se titule, hacer talleres en la Universidad para Educadoras que vayan graduándose, “POST-GRADUADA””.
Así, sus compañeras tendrán la posibilidad, de tener, mejores herramientas de Trabajo”.
Me pareció la más inteligente solución, me fui a la casa a contarle a mi hermana, la solución de la Sra. Elena.
Ella dijo: “ESA MUJER ES GENIAL, jamás se me habría ocurrido, esa solución, hacer talleres para Post-Graduadas”.
“Decisión Final”
Al día siguiente, fui donde la Sra. Rebeca, le expuse la solución de la Sra. Elena.
Ella se quedó pensando, se sujetaba la cabeza y dijo:
“Espere un poco, haré una reunión de Profesores, para tratar el tema”, dijo. “Quédese tranquila”
Así fue, hizo la Reunión de Profesores, y expuso ampliamente el problema y la solución que ella había propuesto.
Después de una larga exposición de los beneficios que su Propuesta tendría a la Escuela, la mayoría de los Profesores, incluso comunistas, apoyó su moción.
Pero la Sra. Jenny y la Volosky, no lo aceptaban, de ningún modo.
-Salieron de la reunión y la Sra. Jenny, se puso a gritar por los pasillos, delante de todo el curso, “o la Montecinos o yo”, gritaba y gritaba furiosa y lo repetía por toda la Escuela.
Así es que todo el mundo se enteró del problema.
Yo me sentí morir, cuando la oí salir gritando como una loca por todas partes, “o la Montecinos o yo”.
Entonces decidí, enfrentar a la directora, por última vez, muerta de miedo, que se enfureciera conmigo.
Fui a la oficina de la Sra. Rebeca y estaba roja como un tomate, por la ira que sentía contra esta profesora, que no dejaba de gritar.
Por fin una supervisora la hizo callar y pudimos conversar con la Sra. Rebeca.
-Me dijo agitada y satisfecha a la vez: “tengo el apoyo de la mayoría de los profesores”, dijo ufana.
-Entonces yo le expliqué, que no deseaba seguir esta pelea, que ya no podía estudiar, que no me podía concentrar.
Que mis notas en PIANO, estaban bajando, con el riesgo de perder mi beca, que mis padres no me las podían pagar esas clase.
Además mis estudios de música eran fundamentales para la carrera de “Educadora de Párvulos”.
Le di toda clase de razones.
-Ella respondió: “No te preocupes, yo voy a hablar con Elena”.
-“Sra. Rebeca, ya hable con ella, y fue ella misma la que me aconsejó terminar la carrera y luego hacer cursos “Post-Grado”, para ampliar los conocimientos de las alumnas”.
Pero ella era una mujer combativa, que se había tomado este asunto como un desafío personal, y no aceptó mis condiciones. Fue imposible hacerla entrar en razón.
Así es que me vi obligada a retirarme de la Escuela. Alcancé a durar 3 meses.
Cuando les expliqué a mis padres, me encontraron razón, sobre todo mi papá que era tan integro.
-Y me dijo, enseguida: “¿Por qué no pones un Jardín aquí en la casa?”
“¿Pero papá, si no tengo ni Titulo?”
“Bueno- dijo él- si tu Directora Elena, dice que estas preparada para enseñar a adultos, con mayor razón a niños”.
“y, ¿si me vienen a pedir el Titulo los Carabineros?”.
“¿Qué Titulo te van a pedir, si recién empieza este año la carrera?”.
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