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Padre Pedro de la Noi Doctor en Teología. |
María se aparece en su Fiesta, como signo de nueva vida para mí. También es María quien inspira el Camino a su fundador Francisco “Kiko” Arguello, una hermosa coincidencia, que me hace sentir que será María quien nos guie en este Camino. Las catequesis duraron dos meses, dos veces por semana.
En ese tiempo mi esposo trabajaba en Saladillo, y solo venía los fines de semana a Santiago. Yo tenía que vivir en Santiago en casa de mis padres en calle Siglo XX, hoy E. Pinto Lagarrigue, mientras nos asignaban una casa en Saladillo. Pero asistíamos juntos los viernes y yo iba sola los martes.
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Maritere, Antonieta, Hermana española, Magdalena, Juan, Marcelito, Padre Manolo y Diacono Leonel. | James, hermanos español y chileno. |
Estas catequesis iban una a una impactando en mi corazón, de tal modo, que daban vueltas y vueltas en mi cabeza, día y noche, provocando un gozo, una iluminación, una alegría inolvidable, nunca antes vivida. Penetraban como dardos de fuego en mi alma. Volvía alucinada a mi casa y trasmitía a cualquiera que se pusiera por delante todo cuanto estaba viviendo, tratando de convencerlos de ir a escuchar estas catequesis. Cada catequesis era un terremoto emocional.
Recuerdo hasta el día de hoy, lo vivido, por ejemplo en la catequesis “Quien es Dios para ti”, en la cual Juan se dirige a mi esposo y le hace esta pregunta, Jimmy responde “Yo soy ateo”. Toda la asamblea presente lo mira, Juan responde sereno “Bien puedes sentarte”. (Mi esposo pertenecía en ese entonces a la Juventudes Comunistas en la Universidad de Chile). Aquí comenzó su camino escuchando la Palabra de un Dios desconocido para él, que declaraba no creer en su existencia.
Otras catequesis eran la respuesta iluminadora a mi sueño del “Anuncio de las catequesis”, por ejemplo la de “Pedro caminando sobre las aguas”. Pedro se lanza a las aguas, obedeciendo la orden de Jesús “VEN”. Mientras mira a Jesús, camina sobre las aguas “que representan el caos en mi sueño”. Pero cuando siente miedo duda de Jesús y comienza a hundirse y grita “Señor sálvame”. Jesús lo ayuda y responde “hombre de poca fe, ¿Por qué dudaste?”.
En mis sueños soy guiada por un pájaro, que me invita a seguirlo y grita “Mira la luz, no dejes de mirarla y sígueme”. Yo logro seguirlo volando, pero igual que Pedro miro el abismo, me aterro y dudo y comienzo a hundirme en él. El pájaro grita entonces “Mira la luz, mira la luz, mira la luz”, yo entonces obedezco y comienzo a subir y me encuentro con la luz, con la figura vestida de blanco que es Cristo, el sacerdote de mis sueños (Padre Manolo). Este pájaro representa el Espíritu Santo que me saca de la cárcel de mis miedos, mis pecados, etc.. Luego la figura de blanco entra a mi habitación y dice “Tu puerta está abierta, sal, eres libre”, él me venía a liberar. Esta catequesis era mi sueño, sin duda, Dios me anticipó el mensaje de salvación, a través del sueño. Yo volví de esta catequesis, muda, envuelta como en una nube, no lo podía creer, ¡Era mi sueño!.
Luego viene otra catequesis “El Kerigma”, la “Buena Noticia de Salvación” también está representado por el pozo con alimañas que rodeaba la cárcel, que me impedía ser libre. El catequista traza un círculo en la pizarra, representando la esclavitud del hombre, su incapacidad de romper este círculo que impide pasar al otro, al “Amor”. Cristo viene a romper el círculo que nos permitirá pasar al otro y liberarnos del egoísmo. Esa era mi situación en el sueño: “Presa, sin libertad, llena de temores y leyes, incapaz de amar”, representada por los militares (La Ley). Vienen estos tres personajes a liberarme. Para mí, representan la Trinidad que me visita por segunda vez, a través de un sueño. Esta catequesis también marcó mi vida. Así escuche todas las catequesis, como si hubiera sido trasladada a otro mundo.
Pero llego un histórico día, 11 de Septiembre de 1973 que se produce en el país un Golpe Militar, el presidente S. Allende muere, y toma el gobierno la Junta Militar al mando del General Augusto Pinochet. Doble terremoto, espiritual y político, ya anunciado en mis sueños.
Los militares nos cercaban por todas partes, horarios para andar en la calle, persecución a toda persona militante de partidos de izquierda, toda manifestación pública era prohibida, teníamos que escuchar las catequesis custodiados por militares armados. Pero así y todo, las catequesis igual se daban y los interesados igual íbamos a escucharlas. Incluso recuerdo una vez que Juan estaba dando la catequesis y se detuvo y le dijo a los militares: “Pueden sentarse y bajar las armas, esta catequesis será larga, no necesitan estar de pié”, y ellos se sentaron a escuchar. Así fueron transcurriendo las catequesis, vigilados por militares armados días tras día.
Un día venía yo a la catequesis, sola, y se escuchó un tiroteo en plena calle, un hombre arrancaba seguido de un militar, quien le disparaba, yo con el susto me escondí detrás de una puerta de una casa y esperé hasta que se acabó la balacera.
Lo curioso, que con lo miedosa que soy, ese incidente, no me hizo desistir de continuar asistiendo, hasta el miedo a la muerte logre vencer en esa ocasión. Tan importante era para mí no faltar. Esa no era yo, siempre le tuve espanto a la violencia, estoy segura que ese Espíritu que me llevaba a la iglesia no era el mío.
Durante los dos meses que transcurrieron las catequesis, yo me sentía muy sola y temerosa sin mi esposo, sobre todo por su pertenencia a la JJCC.
Un día llegaron unos militares a registrar nuestra casa en Siglo XX, porque tenían el dato que había un comunista viviendo allí, esta historia la narro más extenso en el Capitulo 50 “Augusto”. El hecho que yo me encomendé a la Virgen del Carmen y saqué un valor increíble, un aplomo aplastante ante ellos, negué rotundamente tal información, y misteriosamente apareció Augusto quien era ya Coronel y echó de mi casa a los militares, haciéndose responsable de la veracidad de mis palabras. Augusto salva la vida de mi esposo James.
No solo esta vez se manifiesta la providencia con mi esposo, sino también en Saladillo donde el Señor se vale de su jefe quien destruye los papeles que lo comprometían al partido, antes de llegar los militares allá.
Un capitulo sin duda muy interesante y tambien muy impactante, donde literalmente se arriesga la vida, y donde claramente se ve que es Dios el que llleva la vida nuestra y donde habla, que es en los mismos acontecimientos del diario vivr. De verdad un capitulo muy interesante.
ResponderEliminarSaludos Cordiales.
Bernardo Noziglia Reyes.
.Gracias por tus palabras Bernardo, no cabe duda que es Dios quien guía los acontecimientos del diario vivir para acercarnos a EL, nos toca, pasa por nuestro lado y a veces ni lo percibimos verdad? Pero si reflexionamos con humildad, algo nos dice dentro" Esto es de Dios". Ojalá sigas leyendo los inicios del Camino en Capítulo n° 72 e invites a tu mamá y conocidos a participar comentando. Un abrazo
ResponderEliminarMe agradó todo tu relato, especialmente las catequesis con los militares al cateo y la declaración de incredulidad de Jimmy. Sorprendente la salvación de la vida de James en 2 oportunidades. Los caminos del Señor son inescrutables.
ResponderEliminarJosé D'Amico Scarinci
Estimado José: Gracias por comentar, es importante dar Gloria a Dios, no solo a James le salvó la vida 2 veces el Señor, tambien a mí, en en el sueño de la estrella" en Capítulo N° 66, tambien en elsueño que viene en el próximo Capítulo " Saladillo", salva la vida de mi hija Eileen y la mía a travez del Sueño de " La leche ácida" que vendrá en el proximo Capítulo " Saladillo. Tambien ha salvado la vida de nuestro hijo Christopher,que queda con el auto al borde de un precipicio en Papudo y pasa a las 3 de la madrugada su Proferor de matemática del Colegio y los rescata ¿ Casualidad? No, el Señor, y su Divina Providencia. Gracias sean dadas a Dios. Un abrazo
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