Primera maestra Elisa Gayán
1959, 19 años
Alicia me llevó al Conservatorio Nacional y me presentó a la profesora de piano, ELISA GAYAN.
Ella era una mujer diferente a otras profesoras; además de piano, tenía otras actividades intelectuales en otros ámbitos musicales. Era emprendedora, culta, con un amplio criterio, le gustaba desarrollar el mayor número de habilidades e intereses de sus alumnos y los impulsaba a conocer variados aspectos de la vida, desarrollando en ellos las variadas aptitudes de sus personalidades; una de ellas, Ximena Gautier, era la de poetisa, que además la impulsaba a adherirse al americanismo, el sueño de Bolívar; pertenecía a un grupo de americanistas. También pintaba, y ella valoraba y criticaba sus dibujos. O sea, a ella le gustaba descubrir todas las aptitudes de sus alumnos y desarrollarlas.
Era muy conocida en el ambiente intelectual artístico, estaba metida en mil cosas.
- “Bueno” - me saludó – “¡Esta es tu hermana! Bien, si tiene mucho talento no le cobraré nada, si tiene más o menos le cobraré la mitad, y si no tiene no le haré clases, que estudie otra cosa”.
Para directa y franca no se la ganaba nadie.
- “¿Qué sabes tocar?” – Me dijo – “¿Lees las notas, siquiera?”
Respondí con temor:
- “Sí, mi mamá me enseñó algo, pero sé muy poco por música, porque a ella no le gusta mucho enseñar, no tiene paciencia”.
Mi hermana dijo:
- “Ella saca por oído lo que oye a mi mamá, y también compone”.
- “Bueno, siéntate al piano y toca primero algo que hayas sacado de oído”.
Me senté al piano y toqué “La Marcha Turca”, que había oído tocar a mi mamá. Ella se mostró complacida.
- “¿Algo más?”
- “Sí” – respondí – “un Nocturno de Chopin”.
Lo toqué y ella miró a Alicia con asombro, luego dijo:
- “Ahora toca algo compuesto por ti.”
Yo le toqué una melodía que titulé “El Mar”, que era como medio Debussiana, aunque yo no conocía a Debussy, ni tampoco sabía que mi composición tenía el mismo nombre que una suya.
La señorita Gayán me preguntó:
- “¿Tu mamá también toca Debussy?”
- “No sé quien es” – respondí – “no lo conozco”.
- “Pero tú estás tocando al estilo de “El Mar”, de Debussy, ¿cómo es que no lo conoces?”
Mi hermana dijo:
- “Señorita Elisa, mi hermana sólo conoce lo que toca de vez en cuando mi mamá, que es clásico. Verdaderamente no conoce a Debussy, eso se lo aseguro”.
- “¿Y tu tampoco has cantado en tu casa a Debussy?”
- “No” – respondió Alicia – “todavía no me han pasado a los impresionistas.”
- “¿Y sabes de impresionismo tú?” – me preguntó. “Yo no entendía ni una palabra de lo que hablaba”.
- “Yo no sé qué es impresionismo” – dije.
- “Debussy es el creador del impresionismo. Es una música que expresa sólo emociones, impresiones que te dejan las cosas, las melodías son poco claras y poco definidas, no como las clásicas, que se ciñen a ciertos cánones. Para que me entiendas ¿tú conoces el jazz?”
- “Sí, algo”. – respondí.
- “Es como el jazz, pero en música clásica: mucha composición y dejarse llevar por las emociones. Tú sabes que los jazzistas no escriben lo que tocan, sólo se dejan llevar por sus emociones”.
Miró a mi hermana:
- “¿Y por qué no trajiste a tu hermana antes al conservatorio?”
- “Porque nuestro padre no la dejaba venir cuando chica” – estaba diciendo Alicia, y ella completó:
- “Porque es un antro de maricones y mala influencia”
Meneando la cabeza dijo en voz alta:
- “El ser humano es esclavo de su conservadurismo, que es enemigo de la libertad, de la autenticidad, del vuelo. Sólo se arrastran por la tierra y se matan, padres a hijos, entendiendo mal el amor a sus hijos. Los traumatizan, los descuartizan, los obligan a ser lo que ellos quieren, los limitan, no los conocen, no los valoran, los hacen infelices y más encima quieren que ellos se lo agradezcan”. – me miró – “Hija, tienes 19 años, y seguro tu papá quiere que seas doctora”. – (y así no más era)- “¡Qué podemos rescatar de ti, a esta altura de la vida!, ¡qué barbaridad!”
Mi hermana con ira dijo:
- “¡Yo digo que hay padres que no debieron ser padres!”
- “No responderé” – dijo la señorita Gayán – “trataré de orientar lo mejor que pueda a tu hermana. Ven a clases los jueves de seis a siete y compra Mi amigo El Piano, o consíguelo, Alicia, y tráeme un cuaderno de pauta entera, para anotar las escalas y las notas.
Escribió una nota dirigida a la señorita Arata, profesora de Teoría y Armonía del conservatorio.
- “Llévasela a la Amelia” – le dijo a Alicia
Entonces Alicia preguntó:
- “¿Tendrá que pagar las clases?”
- “No”. – respondió sonriendo – “Yo voy a tener que pagarle a ella”.
Me dio un beso, la mano y me dijo:
- “Bienvenida, mi nueva alumna”.
Yo la besé y le di las gracias, feliz.
Maestra Elisa Gayán:”Primera Clase”
Estaba ansiosa esperando el jueves siguiente para ir a mi primera clase de piano. Me saltaba el corazón en la micro, mientras iba al conservatorio. Llegué por fin a mi clase. La señorita Elisa me recibió sonriente.
- “Mi nueva alumna, entre”. – me dijo. – “Siéntate”, me trató familiarmente, “¿Cómo estás?”
- “¡Feliz!” – contesté – “usted es una persona maravillosa. No tengo cómo agradecerle que me reciba como alumna suya”.
- “Tranquila”.
Se sentó en un sillón y me dijo:
- “¿Quieres un café?“, porque ella estaba tomando café, y me ofreció unas galletas.
Se puso a conversar conmigo tranquilamente, a preguntarme por mi familia, mis estudios escolares, mis gustos, mis sueños y mis amistades.
- “¿Qué esperas de estas clases?” – preguntó.
Me pareció una pregunta rara.
- “Aprender a tocar piano” – respondí.
- “¿Y para qué quieres aprender a tocar piano?”
- “Para ser concertista”.
Ella no se inmutó ni un poco.
- “Tú estás haciendo quinto y sexto humanidades, ¿verdad?, ¿y qué deseas hacer después?”
- “No sé en que carrera podré quedar, depende del puntaje”.
- “Yo no te pregunté en qué carrera podrías quedar, te pregunté, qué deseas hacer después. ¿Qué te gusta?”
- “Me gustan muchas cosas”.
- “¿Como cuáles?”
- “Bueno, en primer lugar, me gusta, tocar el piano, también me gusta, enseñar a los niños, componer, escribir, tocar guitarra, cantar, estudiar, también quiero saber más de Dios y de las personas, me gusta inventar actividades”.
- “¿Cómo así?”
Le conté brevemente mi experiencia con el Club y mi proyecto de actividades extraprogramáticas.
- “Interesante” – dijo – “Usted, potencialmente, puede realizar variadas cosas; veremos, veremos. Tiene la PASION, no todos tienen la pasión. Ahora siéntese al piano”.
Y empezó a enseñarme las primeras lecciones de Mi amigo El Piano. En ese momento entró un alumno, puso su chaqueta en el perchero y le dio un beso a la señorita Elisa Gayán. Ella, entusiasmada le dijo:
- “Ven Pedro, te presento a mi nueva alumna”.
Pedro me saludó parsimoniosamente y me miró algo extrañado al ver que estaba en el piano el libro de kinder de piano, Mi amigo el piano. Me miró con extrañeza, cómo podría tomar una alumna adulta, para comenzar de cero.
- “Ven”. – le dijo – “Ella es María Antonieta Montecinos, hermana de Alicia Montecinos”.
- “¡Hola!” – dijo Pedro, y puso sus textos en el piano y empezó a ejercitar los dedos, precalentamiento.
La señorita Elisa lo miró, y captó en su expresión la sorpresa y hasta desprecio que me dirigió. Entonces ella, que estaba terminando mi clase, me recordó los ejercicios que tenía que practicar de Mi amigo el piano y dijo en voz alta:
- “Pedro, ésta es mi mayor adquisición de este año, verás que algún día serán amigos y ella te será de gran ayuda. Tiene un talento nato, es creativa, tiene una técnica natural, no sabe nada de notas, pero sí mucho de musicalidad, sensibilidad, emotividad y más encima ya es una compositora. Tiene pasión, capacidad de admiración”.
Pedro era un alumno que estaba terminando su carrera pianística, tenia 19 años y estudiaba en el Instituto Nacional, era el alumno más avanzado que tenía mi profesora. Lo saludé, y cuando iba a salir ella me dijo:
- “¿A ti te gusta Liszt?”
- “Claro” – respondí.
- “Si te gusta, es bueno que vayas reconociendo distintas interpretaciones. ¿Quieres quedarte a escuchar a Pedro?”
Yo me quedé asombrada de esta modalidad, y me pareció estupendo escuchar a alguien de un curso avanzado interpretar a Liszt. Era el concierto número uno el que puso en el piano.
- “¡Estupendo!” – dije – “¡me encantaría!”
- “Siéntate”.
Pedro comenzó a tocar y yo quedé deslumbrada, no cabía en mi mente que alguien tocara tan bonito y con tanta fuerza. Además tocaba de memoria.
Tardó una hora su clase. La señorita Elisa hacía correcciones y él repetía el pasaje. Yo estaba alucinada. Sólo en la radio había escuchado tocar a alguien así. Cuando terminó la clase Pedro se paró con la misma parsimonia con que entró, no habló ni una palabra, se dirigió al perchero y se despidió. La señorita Elisa me dijo:
- “Veo que te gustó”.
- “Por supuesto” – respondí – “toca maravillosamente”.
- “Se ve en tus ojos, la fascinación que sientes por el piano. Ya irás escuchando en el conservatorio a muchos artistas, pero no olvides esto: tú no eres una pianista avanzada como él y otros, pero nunca olvides que sí eres una artista, aún si no tocaras ni una tecla, ¿sabías? El artista nace, no se hace. No sientas jamás ninguna duda, tú sí eres una artista, no realizada pero si tienes la materia, el temperamento, el instinto, la sensibilidad, la interpretación. Aquí hay muchos alumnos avanzados que quisieran tener tus dones”.
- “Gracias, no olvidaré sus palabras”.
- “Hay mucha gente que es artista y no lo sabe. No es sólo tocar un instrumento, es mirar la vida con asombro e impresionarse con la belleza. Yo creo que Dios es un artista y no creo que practique algún arte conocido”.
“Elisa Gayán, sus Innovadoras Ideas”
1959-1960 (19 años)
Estudié con la señorita Gayán sólo dos años. Pasé primero, segundo y tercero básico en un año y di mis exámenes con distinciones.
La comisión examinadora miraba a Elisa Gayán con respeto por su prestigio intelectual y su conocimiento en diversas materias artísticas, muy superior con respecto a ellos, y estas cosas raras que hacía, propias de ella, como tomar una alumna de diecinueve años para comenzar piano. No lo entendían, pero lo respetaban.
Ella tenia una visión más amplia del artista, le gustaba adentrarse en diversas fibras de sus alumnos y orientarlos más bien para la vida que para el piano. Era una feminista, admiradora y profundamente conocedora del alma del artista y desarrollaba al máximo su sensibilidad, su cultura, abría puertas, ensanchaba la mente, el espíritu y la cultura del artista. Esa era su teoría, que ningún profesor compartía. “Ningún artista puede quedarse – decía - en su puro instrumento o en la pura música”. Debía entregarse por otras manifestaciones del arte que enriquecieran su madurez artística.
Se preocupaba del desarrollo emocional, afectivo, intelectual, espiritual del artista. Solía hacer reuniones en su casa, donde realizaba unas tertulias, a las cuales asistían desde los alumnos más pequeños hasta los más avanzados, y de diversas especialidades. Había pianistas, cantantes, pintores, poetas, violinistas, chelistas, bateristas, escritores, estudiantes de arquitectura, estudiantes de teatro y mimos. Aquello era un sinfín de artistas, compositores, folkloristas, guitarristas etc. Todos los sábados hacia esas reuniones, y todos estaban pendientes de sus ideas tan originales, que rompían el molde.
Algunos profesores por lo bajo la encontraban loca, otros, le criticaban que sus alumnos no tenían técnica, que perdían el tiempo. Sin embargo otros la admiraban y estaban de acuerdo con ella. Ella decía: “Ningún artista puede llegar a ser grande si no es capaz de incursionar en otras expresiones que son enriquecedoras para él como artista”. No importa la edad, el curso, ni siquiera el conocimiento o estudio, porque había allí muchos folkloristas compositores que no sabían nada de música, bailarinas que nunca estudiaron ballet junto a bailarinas con diez años de estudio de ballet.
Para ella todo era enriquecedor. Había que desarrollar la capacidad de “admiración”. Ella decía: “Una persona que pierde su capacidad de admiración es como que empezara a morir”. Para ella, vivir era ser capaz de admirarse día a día. Por eso decía: “Considero que el método de enseñanza al artista es errado, enfundarlo en un solo aprendizaje y no desarrollar infinita cantidad de estímulos, que deberían servir al artista para crecer. Por eso los artistas y deportistas chilenos llegan ahí no más, “no ven mas allá de su nariz”.
Todo el mundo la escuchaba en medio de un silencio sepulcral. Incluso algunos profesores empezaron a incorporar en sus cátedras muchas de sus enseñanzas. Ella no estaba totalmente de acuerdo con eso de que “el artista nace, no se hace”, porque decía que ambas cosas debían coexistir, y sobretodo, mucho trabajo en crecimiento personal. Por eso ella no era tan sobresaliente como profesora de piano, porque estaba avocada a actividades más amplias, que abarcaban a todos los artistas y no sólo a sus alumnos.
Por eso los otros profesores y la mayoría de los alumnos consideraban que ella era mucho más que una profesora de piano, era una “maestra de vida”.
“Pedro Cano, un compañero Pianista”
1959 (19 años)
Cuando llevaba como seis meses en el conservatorio, ya había escuchado a cantidades de pianistas mejores que Pedro Cano, de quien quedé al comienzo impresionada. Pero después de tantas reuniones en casa de la señorita Elisa me encontraba en condiciones de entender más de piano, de técnica y talento. Entonces Pedro Cano, que al principio me miró como a una cucaracha, comenzó a escuchar mis opiniones acerca de otros artistas, violinistas, chelistas, cantantes y pianistas, y se comenzó a acercar a mí con más respeto, a pesar de que yo iba en “Mi amigo el piano” cuando llegué.
De tanto escuchar a esa Gran Maestra yo crecía en conocimiento artístico y pianístico humildemente. Entonces él empezó a cortejarme y bajar de su altar. Estudiaba en el Instituto Nacional, al lado de donde yo estaba estudiando en esa Academia mi quinto y sexto humanidades. Era alto, moreno, buen mozo, delgado, con unas manos muy bonitas, muy seguro de si mismo, orgulloso y americanista, pertenecía a una agrupación que quería llevar a cabo en Sudamérica el sueño de Bolívar “AMERICA UNIDA”. El tenía proyectado estudiar física nuclear.
Lo menciono aquí, no porque nuestro pololeo haya tenido la menor trascendencia, sino porque me sirvió para dos cosas importantes: la primera, olvidar un poco a Augusto y mi triste experiencia; y la segunda y más importante, me ayudó a enfrentarme a mi padre por única vez en mi vida, conocerlo mejor y aprender a no temerle tanto.
Digo esto porque, este Pedro, era tan parsimonioso y formal que decidió pedirle permiso a mi papá para pololear, como que estuviera poco menos pidiendo mi mano. Esto me obligó, aunque me moría de vergüenza, a enfrentar a mi padre y no temerle tanto.
Para mí eso fue lo más importante que le debo a Pedro Cano. Ver cómo mi papá no era tan cuco. Nos recibió en la casa, donde pasaba en la terraza, cuidando sus pájaros, y hasta se quitó el delantal de hule con que trabajaba para atender a la petición de Pedro.
Yo ya veía que lo mandaba a la porra o que se molestaría conmigo. Pero cual no fue mi asombro, que mi papá lo encontró tan educado. Además, estudiaba en “el mejor colegio de Chile, de donde salen los presidentes” decía, y consideraba que tocaba maravillosamente el piano y se veía muy respetuoso y caballero.
Así es que fui autorizada para pololear con él.
Este pololeo duró como tres meses, porque cuando le conté a Pedro que aún estaba enamorada de otro y le pedí que me ayudara a olvidarlo, él violentamente rompió el pololeo y no me habló más.
La verdad es que no pude amar su arrogancia, su exagerada autoestima y soberbia, porque en el fondo él se consideraba un pianista excepcional, se alababa por estudiar en el Instituto Nacional y siempre estaba hablando de sus batallas. Se creía un intelectual superior porque era americanista.
Total que al final, ni tanto me importó la ruptura, porque la verdad, me estaba aburriendo de tanta pedantería.
Además empecé a conocer a tantos pianistas que tocaban mil veces mejor que él y que eran mucho más modestos.
Parece que poco aprendió de la humildad de su Maestra, que confesaba aprender de todo el mundo, hasta el más pequeño le podía enseñar algo.
Poco a poco su figura se fue achicando a medida que conocía a tan grandes artistas y de tan extraordinaria humildad y sencillez.
Mi Maestra Elisa Gayán
Una Mujer Visionaria/ MUSICOTERAPIA
2004 (64 años)
Es curioso, pero mientras escribía estas páginas sacadas de mi diario sobre mi Maestra, mi esposo buscó su nombre en internet y se enteró de datos, de aún más estudios y honores de mi Maestra que yo no conocía.
La vi por última vez en 1961, año en que ella obtuvo un cargo importantísimo en Estados Unidos, donde no la llamaron como profesora de piano porque ese rol ya no lo necesitaba para ayudar a diversos artistas como en Chile, sino en un trabajo donde ella guiaría a diversos artistas, para encausarlos, como lo hacía en Chile, pero sin ningún reconocimiento ni libertad para hacerlo.
Ella, por lo que me entere en internet, fue además de profesora de piano, psicóloga y decana de la Facultad de Música y Artes de la Universidad de Chile. Ella fue una mujer visionaria y brillante, que Chile no la valoró en su justo peso.
En 1950 fue la primera persona en introducir la Musicoterapia en Chile. Trabajó con algunos médicos más visionarios que aplicaron la Musicoterapia en pacientes psiquiátricos con excelentes resultados.
También me enteré por Internet que Ximena Gautier, una de sus alumnas, a quien motivó a cultivar la poesía de la cual también Ximena tenia talento, que incluso escribió un libro de poemas a los diecisiete años, siendo aún alumna. Me entero que es actualmente psicóloga especializada en musicoterapia en Paris. O sea, esa alumna fue un fruto de las enseñanzas de su gran maestra. “Ampliar la mente del artista, abrir horizontes, y después se verá por donde se desarrolla la madeja” eran sus palabras.
Por lo visto esta madeja se desarrolló en la Psicología, más la Musicoterapia, ambas profesiones de Elisa Gayán.
Me entero también que estos exitosos tratamientos aplicados por Elisa Gayán en Chile, se vieron interrumpidos por su muerte en 1972.
Posteriormente, bajo el régimen militar, fueron suspendidos, pero en el año 2000 egresó la primera generación de post-títulos en musicoterapia, que dicta la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. En su mayoría psicólogos, profesores de música, fonoaudiólogos, médicos psiquiatras, neurólogos.
Ximena Gautier, su alumna de piano y psicóloga reflexiona sobre la musicoterapia y dice: “Para muchos es más fácil tomarse una píldora y curarse que realizar un proceso que te lleve a enfrentar tus problemas”
A MI SÓLO ME QUEDA DECIR QUE FUI ALUMNA DE ESTA MUJER GRANDE, QUE DIOS ME LA PUSO PARA APRENDER ALGO MUCHO MÁS IMPORTANTE QUE TOCAR EL PIANO: A VALORAR A LAS PERSONAS, A RESPETARLAS, CONOCERLAS, AYUDARLAS A DESCUBRIR SUS POSIBILIDADES, COMO ELLA LO HACÍA, SIN TENER UNA VISTA MIOPE QUE LAS ENCASILLE.
“EL SER HUMANO ES UN MUNDO INFINITO DE POSIBILIDADES QUE PODEMOS CONOCER DÍA A DÍA Y HACER CRECER, SIN IMPORTAR LA EDAD”. Era su filosofía de vida.
Gracias por sus enseñanzas, por su generosidad, por su respeto, por su amor.
Gracias maestra, sé que desde el cielo me estás escuchando. Sus enseñanzas nunca morirán, estarán vivas en los corazones de todos los que la conocimos.
Capitulo 55: Mi nueva profesora María Penjam
1960-1961, 20-21 años
Cuando la señorita Elisa se fue al extranjero yo me preocupé de continuar mis estudios de piano en el Conservatorio.
Un día conocí a una profesora que me escuchó el exámen de tercero de piano, María Penjam: le encantó y quiso hacerme clases gratis. Ella dijo que le gustó mi capacidad interpretativa, mi musicalidad, mi sensibilidad.
Ella sabía que había sido alumna de Elisa Gayan, y aunque mi técnica estaba retrasada para tercero de piano, me quiso tomar. Pregunté a otros pianistas qué tal era, comparada con Elisa Gayan, y todos me dijeron que, lejos, tenía mejor técnica.
Conversé con mi hermana y ella se alegró por mí porque Elisa Gayan era para quehaceres de más alto nivel, que no perdiera sus consejos; pero que me convenía aprender técnica con María Penjam. Además, tampoco me iba a cobrar.
Así estuve con ella un año más. Cursé tercero y cuarto en un año y pasé a quinto año. Pero luego tuve problemas de carácter. María Penjam era muy iracunda y cuando algo me estaba saliendo muy bien y me equivocaba se ponía mal, no aceptaba, que justo cuando estaba saliendo todo bien, yo me equivocaba, y me golpeaba las manos con una regla. Una vez, hasta me cerró la tapa del piano aprisionando mis dedos y me tiró los libros por la cabeza. Ella estaba tan orgullosa e ilusionada con mis avances, que no admitía errores.
Al final ir a sus clases era una tortura y mientras más nerviosa me ponía, más me equivocaba. Le conté a mi hermana mis problemas y ella me dijo:
- "Eso no puede ser, ¡mira como te dejó las manos! ¡Tenemos que hacer algo!”
- Un día escuchamos a dos pianistas muy avanzados, que decían que Elena Waiss estaba audicionando para tomar algunos alumnos nuevos. Sin duda, decían, es la mejor profesora de piano de América. Era la directora de "Escuela Moderna", una academia particular y carísima. Pero con una beca, se podría hacer posible.
- “Ahí sí que arreglo mi técnica”, decía uno, “esa profe es sin duda la mejor”.
- Yo escuché esta conversación y le conté a mi hermana.
- “¿No sabes quién es Elena Waiss?” , preguntó atónita
- “No”, respondí, “nunca la había oído nombrar”.
- “¿Y está audicionando para cuatro vacantes?, preguntó Alicia, “eso es como alcanzar una estrella, imagínate, en un día todo el Conservatorio se va a enterar y ella prepara sólo profesionales de óptima calidad, y dicen que es tan exigente, que nadie alcanza a estudiar otra cosa más que piano y piano todo el día”.
- Yo ya había terminado mis humanidades en la academia y luego dí mi prueba de Bachillerato.
Me había ido bien y pensaba entrar a Filosofía, porque me encantaba saber la causa última de todas las cosas. Presenté mi solicitud y quedé en las dos Universidades, en la Chile y en la Católica, y no encontraba por cuál decidirme.
Estaba en la disyuntiva entre cuál escoger; pero, al mismo tiempo, estaba excitada por conocer a esa famosa profesora, de que tanto se hablaba. A ratos soñaba, y a ratos me animaba. Hasta que vino mi hermana y me dijo:
- “Mañana abren las inscripciones, ¿por qué no te presentas? Total, lo importante es solo que ella te oiga y te dé su opinión, si vale la pena continuar con el piano o no. Ella te dirá, francamente, por dónde puedes orientar tus habilidades. Anda tranquila, tú no vas a competir por esas vacantes, vas solo a que ella te evalúe”.
Es notable al mismo tiempo que doloroso ver como el talento de Antonieta, siendo tan evidente, había sido completamente ignorado por sus padres. Pese a que la madre era pianista no se esforzó por ayudarla a cultivar sus capacidades innatas, lo que nos habla una vez más de las falencias de la crianza que le dieron. La castración a que fue sometida es tan evidente hoy como en aquella época para los ojos de su visionaria maestra, “El ser humano es esclavo de su conservadurismo, que es enemigo de la libertad, de la autenticidad, del vuelo. Sólo se arrastran por la tierra y se matan, padres a hijos, entendiendo mal el amor a sus hijos. Los traumatizan, los descuartizan, los obligan a ser lo que ellos quieren, los limitan, no los conocen, no los valoran, los hacen infelices y más encima quieren que ellos se lo agradezcan”. – me miró – “Hija, tienes 19 años, y seguro tu papá quiere que seas doctora”. – (y así no más era)- “¡Qué podemos rescatar de ti, a esta altura de la vida!, ¡qué barbaridad!”)
ResponderEliminarLa señora Gayán creía en la integtralidad del ser humano; y es ese el potencial de Antonieta, que solo se irá completando en la medida que logre integrar lo bueno y lo malo de sus experiencias vitales. En esto está el motivo secreto por el cual su desarrollo no fue óptimo… las personas que buscan desarrollarse de manera integral necesitan tener resuelta y bien incorporada toda su conflictiva infantil y los distintos motivos que le causan sufrimiento, de otro modo el sentimiento les resulta en un lastre que le resta calidad y posibilidades a cada una de las experiencias. La voluntad de desarrollarse de forma integral de Antonieta se observa en la amplitud de sus intereses “Bueno, en primer lugar, me gusta, tocar el piano, también me gusta, enseñar a los niños, componer, escribir, tocar guitarra, cantar, estudiar, también quiero saber más de Dios y de las personas, me gusta inventar actividades”
La actitud de la maestra se resume en que se preocupaba del desarrollo emocional, afectivo, intelectual, espiritual del artista. Eso es desarrollo integral y es vital para la formación completa del ser humano. Todo ha de ser desarrollado en equilibrio, considerando todo lo demás, cada parte bien cuidada y comprendida de modo de dar lugar a un Todo completo, integrado y óptimo. Este es el modo en que abordamos nosotros la terapia y la idea de desarrollo y plenitud que buscamos para nuestros pacientes y para nosotros mismos.
.Queridos Miguel y Fabiola : Gracias por el reconocimiento , esta Maestra aunque solo la tube i año, me dejo una enseñanza integral como yo lo sentia que JAMAS olvidare, es el motor que me recuerda que sirvo para algo. Me alegra infinitamente que ustedes esten tambien de acuerdo con sus teorias que en Chile , no fueron valoradas y termino yendose del pais.
ResponderEliminarActualmente Elisa Gayan , es para los artistas , un puntal que los orienta como una brujula en el extrangero. No entiendo porque yo, tan necia no crei en sus palabras , pense que era una ilusion , yo ya me habia fracasado ,antes de conocerla
.Yo sabia que mi oportunidad habia pasado, ya era muy mayor,para comenzar a estudiar, solo fui ,por la insistencia de mi hermana.
Nunca me habia sentido mas insignificante cuando Pedro toco ese concierto n 1 de Lizt
me miro como una mosca y ella me trato como un ser valioso para ella.,
Agradecida siempre de sus reconocimientos. Gracias
Hola Amiga!
ResponderEliminarFelicitaciones por tu trabajo y contenta de que hayas continuado, muy buenos los cambios en el blog esta súper, como siempre aparte de entretener y "atrapar" con tus relatos esta la parte importante detrás, y es: lo que se aprende del comportamiento humano, y como reaccionamos después de ciertos acontecimientos especialmente si son traumáticos, (caso Lautaro y Augusto), tu trabajo es muy didáctico tanto para aprender a conocer a otros como para meditar en lo propio. Felicitaciones a todo el equipo y continúen.....hace falta algo así.
Bueno espero que estén todos bien María Antonieta un abrazo grande espero nos veamos pronto.
María Elena.
¿ Maria Elena¡
ResponderEliminar¿Por fin respondes, ya estaba que no continuaba este Blog presisamente porque ahora ya nadie hace comentarios, parece que mis ultimos capitulos no son del interes de mis lectores o no se porque ya nadie comenta, tu eres la unica que se ha referido al Capitulo de " Lautaro " y " Augusto " que tanto dolor me causaron. Gracias por animarme a continuar, en verdad he estada mas a grabar mis canciones que al blog, porque estoy desmotivada por la poca respuesta y tanto esfuerzo, como tu dices bien, mi interez es didactico, ayudar al lector a travez de mi experiencia.Pero ahora tus palabras me resucitan . Gracias amiga, por tu s palabras esperanzadoras
Maria Elena Albornoz terapeuta, dice:Antonieta, no hay un capitulo de los sueños, leí el del conservatorio, y al final donde sale la flecha no pasa nada ni música ni video. En todo caso el capítulo es espectacular, ya que a través de él tú haces una descripción maravillosa de lo que debiera ser un profesor, un educador, más bien un verdadero maestro, que toma al alumno en forma integral, como persona, mas allá de la materia a enseñar. Maestro en suma pero también maestro para la vida del alumno, y con un ojo experto puede reconocer el talento a primera vista, contra toda oposición, maestros así son una joya, todo educador que se precie debiera estar al tanto de estas biografías que son totalmente actuales y aplicables al día de hoy, ojala muchos profesores pudieran leer esto y reencantarse con su vocación más que profesión.
ResponderEliminarBueno después veo como hacer para escuchar la música y ver video.
Queridisima Maria Elena: Que alegria que tu me estes escribiendo, amiga , tu eres mi idolo, educadora, terapeuta y mil cosas mas ,ademas de mi mejor amiga, no sabes cuanto animo me dan tus palabras. Lamento profundamente el problema que me dices que no aparecen 2Mis sueños" en tu computador ni la musica con el video, pedire a Chris que te revise el computador.Si alguna otra persona le pasa igual, por favor,avisenme
ResponderEliminarsi no les funciona algo que yo mencione, ya sea Musica, video o texto, mi hijo Christhoper, arregla computadores , con precio especial a mis lectoras.Ademas crea videos, por si a alguien le intereza y han visto su trabajo en el Blog.
.Mis queridas lectoras: no se porque hace ya bastante tiempo no me llega ningun comentario de ustedes. Les rogaria decirme si algo esta haciendo perder el interez en el Blog o no les esta llegando los Capitulos. Desde que mi hija Katty enfermo, no ha habido comentarios casi , Ahora estamos funcionando desde hace 3 meses y no obtenemos respuesta. Talvez le falte
ResponderEliminarpropaganda al Blog? Talvez alguna de ustedes podrian ayudarme en eso, en Facebook u otro medio, porque de eso si que no entiendo,de publicitarme o talvez los Sueños y pesadillas son emociones muy fuertes que segun mis psicologos algunas personas , las encuentran
muy fuertes y las rechazan , porque no aceptan sentirlas como Ira, miedo, tristeza ect. pero todo eso lo sentimos todos alguna vez y reconocerlo es normal, le ocurre a todo ser hamano algun dia, ocultarlo, guardarlo dentro , es dañino, no se madura. Es una forma didactica de aprender a madurar, conocer sus propias emociones, no temerles sino , sino saber controlarlas y aprovecharlas para nuestro bien.
Mi unica finalidad es didactica, de ayudar a conocer y aceptarse a si mismo, es saludable.
Con cariño, espero sus respuestas.
Hola señora maria antonieta... la verdad buscando buscando di con este blog que hablaba de mi tia abuela elisa gayan contador ... ella era tia de mi papa roberto cock gayan no se si en alguna de sus idas a la casa de tia elisa lo conocio ... la verdad me gustaria seguir leyendo mucho mas de ella ya que no la conoci , pero mi papa me a hablado mucho de ella... tengo mucho interes en saber mas que me cuente mas a fondo su experiencia ya que compartio sus teorias y todo lo demas ojala me pueda escribir a mi correo se lo dejo espero lea este mensaje un coordial saludo para usted Valery.cock@hotmail.com
EliminarMuchas gracias por su respuesta, le lei a mi padre y se emociono mucho ya que me congaba que habia tocado violin con usted, espero con muchas ancias esa respuesta .
EliminarQuerida Tía: No piense ni un instante que los capítulos han decaído en interés, al contrario, creo que han sido fuertes y claros, me han gustado mucho, si no he puesto comentarios creo que es porque qué puede uno decir de algo tan fuerte? las aclaraciones de los psicólogos dan en el clavo y se entiende perfecto entonces si los lectores adornan con más cosas creo que estan de sobra, como dicen por ahí "si no vas a abrir la boca para hacer un aporte, mejor mantenla cerrada", a mi en lo personal me han cautivado tanto como los capítulos de la infancia algunos tan chistosos, otros tan dramáticos, estas vivencias de la juventud con la imposibilidad de demostrar los sentimientos me han dejado una gran enseñanza, y es no juzgar los sentimientos y las acciones de los demás por lo que uno percibe sino ver más allá, y darse la oportunidad de amar libremente, quererse para que los demas puedan quererte, valorarse por ahí comienza la cosa...
ResponderEliminar.Querida Claudita: Aunque ers muy menor que yo, siemre te he admirado or tu inteligencia y sensatez, te agradezco infinitamente tus comentarios, veo que todavia a mis 70 años todavia soy insegura de mivalia or mi historia que veo que conoces y sigues. Te ido erdon or haberte molestado esa noche que te llame, no me di cuenta que eran las 11 de la noche y tu tenias que atender a tu hijita.Estaba tan angustiada con el tema , que cometi la imertinencia de llamarte tan tarde, te ido erdon. Esto me indica que todavia a mis años sufro las consecuencias de mi dañada auto-estima.Me arece interesante tu oinion or la cual crees que no me escriben mis lectoras, ojala sea eso y no que se aburrieron del Blog en el que tanto ezfuerso se esta oniendo, yo, los sicologos, mi hijo Chris, los cantantes que estamos trabajando duro con las grabaciones, Lautaro, mi arreglador musical que viene de Macul, Jimmy que trabaja al comutador, Katty no uede todavia, las fotod de los videos, todo para prestar una optima ayuda y entretencion al lector. Bueno tu piensas que estan demas los comentarios, pero yo soy todavia tan afectiva que me encanta escuchar la opinion de todas ellas: Talvez ya no madure y si Dios me quiere asi, que le vamos a hacer?
ResponderEliminarInfinitas gracias por tu paciencia y perdon otra vez, no volvera a ocurrir, tuve ataque de ansiedad.
Besos para ti y pronto tendremos mas canciones infantiles para tu hijita.
Que lindo este capítulo, me gusta mucho la forma en que relata sus primeras experiencias con "Mi amigo el piano" y sin duda, su maestra fue efectivamente mucho más que una profesora de piano; para ella el concepto de educación musical era mucho más amplio, y creo que así debiera ser siempre.
ResponderEliminarQue bien lo que relata acerca de sus composiciones en estilo impresionista... me gustaría haber oido eso!! y que entrete lo de su pololo que tocaba a Liszt!! me encanta Liszt!! Lástima que él no haya aprendido de la humildad de su maestra; lo que nos hace crecer, es precisamente el darnos cuenta de cuánto nos falta por aprender y por sobre todo, de la gran enseñanza que nos puede dejar cada persona que conocemos, y comprender que no somos superiores a nadie.
Muy lindo el capítulo.
Tía no hay problema!!! entiendo perfectamente los ataques de ansiedad, no hay como aguantarse y no se preocupe por la hora, de verdad no pida tanto perdón, si no se ha muerto nadie!, su vida de verdad y no solo para que se quede tranquila es muchísimo más interesante que la mejor novela que haya leído porque es VERDAD, deje sus temores de lado, disfrute esto que esta haciendo y no se preocupe tanto del resto ni sufra por lo que puede estar pasando con la gente, porque no tiene sentido sufrir anticipadamente por algo que ni siquiera tenemos la certeza que esta ocurriendo, el blog esta super y ahora voy a leer el próximo capítulo!!!!
ResponderEliminarHola, soy Roberto Cock Gayan, sobrino e hijo de mi segunda madre, MI GRAN TIA ELISA; tTTENDRIA
ResponderEliminarrobertocock459@gmail.com
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