Al Lector; por María Antonieta Montecinos

Esta biografía ha nacido de la necesidad, en primer lugar, de dar a conocer a mis hijos y descendientes, la historia de mi vida,...Leer Más>>>

viernes, 15 de octubre de 2010

CAP 51 SEGUNDA PARTE: “AUGUSTO, UN AMOR PLATONICO”

YO SE QUE ES EN VANO ESPERAR
DEDICADA A AUGUSTO



“MI RECHAZO”
Un día venía de la parada militar, completamente borracho. Como no tenía costumbre se curó al tiro, había estado tomando unas copas con sus amigos milicos. Llegó a mi casa. Yo, por primera vez, me había puesto una minifalda haber si algún día atinaba.Pero cuando lo vi tan borracho y la forma como me miró, me asusté.Se fue acercando a mí, mirándome de una manera que nunca lo había hecho. Tenía los ojos rojos y se tambaleaba, no se le entendía bien al hablar, estaba toda su cara roja y sumamente excitado. Me cercó contra la puerta de mi casa. Yo retrocedí. El me abrazó con dominio, no me podía zafar de él. Le decía: -“Augusto, tú estás completamente borracho ¿Por qué no te vas a tu casa mejor?”. El respondio: “Claro, te pusiste esa falda para Carlos Salinas ¿No es verdad? Lo estas esperando”


-“¡No!”-le grité-“¡No hables estupideces!”

Comenzó con furia a besarme sin control, como enajenado y me decía: -“Tu eres mía, de nadie más”.Y me acariciaba compulsivamente, sin hacer caso a mis ruegos.

Yo le decía: -“¡detente, por favor!, puede venir alguien.”

Pero él estaba fuera de sí, parecía una verdadera bestia, un animal, resoplando, jadeando y besándome apasionadamente, hasta dejarme sin respiración. Luego comenzó a acariciarme en forma grosera para mí ¡Él que nunca me había tocado ni un pelo! No hallaba como pararlo, estaba como loco, desenfrenado, no atendía a mis ruegos, estaba sin control.

Yo insistía: -“¡Suéltame! ¡Me estás haciendo daño!”

Le quitaba la cara, tenía un olor a vino asqueroso. Entonces cuando él ya llegó a excitarse a tal punto que empezó a meter la mano por debajo de mi falda.Yo pensé: “Este se volvió completamente loco ¡Frente a mi puerta y poco menos que violándome!” Yo me asusté y le dije:

-“¡NO ME TOQUES MAS! ¡ME DAS ASCO!

Al escuchar esta frase, Augusto paró en forma instantánea y me dijo:
-¿“Que te doy asco”?-medio tambaleándose.

“¡Sí! le grite ¡Ándate a tu casa te digo! ¡Estás borracho y me das asco! ¡Nunca te habías comportado como un animal! ¡No quiero verte nunca más! ¡Te odio! Grite mientras me arreglaba la ropa, sintiendo una inmensa vergüenza y una gran decepción “¿Qué crees que soy yo? Jamás nunca nadie me había tratado de esta forma” y lo empujé llorando “¡Ándate, ándate! ¡No te quiero ver más, te odio, te odio! ¡Eres un asqueroso!” y me tapaba la cara llorando “Me das asco, asco” grité y lo empujé fuera de mi puerta.

El me quedó mirando con dolor y repetía:

“Te doy asco, te doy asco”- y se fue tambaleando a su casa.



“LOS ENFERMIZOS CELOS”

Pasaron dos semanas que Augusto no apareció por la casa después de su vergonzoso acoso sexual. Yo le conté todo a mi hermana y a mí mamá, porque no entendía que problema tenía Augusto ni porqué se comportaba así.

Mi mamá me dijo: -“Ese niño tiene un problema hija. Tiene que ver un médico, tú no tienes culpa de nada”

Mi hermana se quedó pensando y dijo: “Yo sabía que estaba enamorado de ti, y que algo le impedía reconocerlo, estaba preocupada, a lo mejor el tiene un problema y yo lo empujé con lo que conversamos en su casa de Carlos Salinas, para hacerlo reaccionar, pero éste se volvió loco.”

Mi mamá dijo: “Este Augusto es como niño, parece que tiene un desarrollo sexual atrasado o miedo a perderte”.

-“Y está enfermo”-dijo Alicia-“Los celos así son una enfermedad”

-En la tarde vino Jorge Contardo, y todos los días de la semana a hablarme de Augusto. Me decía que Augusto le había contado a él lo que había sucedido y estaba avergonzado de venir a mi casa. Además estaba muy dolido porque yo le había dicho que me daba asco.

-Me pregunta a cada rato "¿Tu crees que de verdad yo doy asco?”

-dijo Jorge-“Yo le respondo que no creo, que tu lo dijiste por la situación, que él estaba curado y te había agredido en forma ordinaria, que así no se conquista a una mujer.”

Le dije: Porqué no le has dicho y declarado tu amor de una manera normal, estando bueno y sano como cualquier mujer espera.

Y me dijo: “Porque estando sano no me atrevo. No sé qué me pasa con esta mujer, que no puedo estar tranquilo. Me vuelve loco ¡Por mí que no hubiera nadie en la casa!”. Yo creo que el problema eres tú, le dije, la Toñi está siempre a tu lado, anda siempre contigo. A los demás interesados siempre los rechaza, porque está enamorada de ti. Pero si, en algo te encuentro razón , es difícil estar tranquilo ni seguro amándola a ella, porque es verdad, es una mujer sumamente atractiva, sin ser una belleza, pero hay algo en ella que despierta sentimientos muy fuertes. Admiración, atracción, ternura, pasión, deseos de protegerla, es entretenida inteligente, comprensiva y escucha todos tus problemas.

Eso han dicho todos a los que les pasa, diferentes sentimientos hacia ella. Yo mismo, tu sabes que antes que tú, la estaba pretendiendo y me despreció por ti. Y así, desprecia a todos por ti. Pero de que despierta miedo, eso sí, porque hay muchos interesados como tú dices. Yo te comprendo, por eso tal vez tienes miedo de aceptar tu amor, por el miedo a perderla. Porque para qué estamos con cosas, aquí todos vienen con distintas excusas, pero el motivo de todos es la Toñi. No me vengas con que Lautaro se escapa, por muy primito que sea, pero ese día que se pegaron por poco te mata de la furia que tenía. Y ese Carlos Salinas se hace el huevón, pero también tiene sus esperanzas, aunque ella no se las dé a nadie. Y Julio Casado le ha pedido pololeo y ella se lo ha negado.

La verdad es que si tú no te atiendes esa inseguridad y esos celos, mejor es que te busques una niña más sencillita, de la cual no sientas tantos celos y que no tenga tantos admiradores. Ese es mi consejo y te soy sincero, porque no te he negado que yo también estoy en la lista. Pero aunque tú no lo creas ella es fiel siempre a tu curiosa amistad, que enfurece a todos.”

Jorge me contó con mucha franqueza la conversación con Augusto. La sinceridad de Jorge me dejó más tranquila. Además, era muy sicólogo, sensible y generoso. A pesar de sus sentimientos hacia mí, ya declarados, sentía un gran cariño por Augusto y por mí. Fue muy sincero y valiente en todo lo que le dijo. Le pregunté que había respondido:

-“Se quedó pensando”-dijo Jorge

-Y Luego dijo:”Tal vez tengas razón, yo siempre he sentido una inseguridad y unos celos que sé que son irracionales aunque ella no me dé motivo. No sé qué me pasa. No disfruto ya de estar con mis amigos. Lo único que hago es estar pendiente de que nadie se le acerque”.

Yo le dije que así no podía ser una relación, eso no hace feliz a nadie, ni a ella, ni a ti, porque le estas quitando la libertad, ella no puede disfrutar de las fiestas con sus amigos, porque tú estás todo el tiempo encima de ella, la estás limitando, no te das cuentas. No se puede amar teniendo restringida a la persona. Hasta el momento ella te quiere tanto que no se da cuenta, pero con el tiempo, si sigues así, vas a perder su amor.
Tú te dañarás para siempre si no te atiendes y también la dañarás a ella, tal vez para siempre.

El te adora Toñi, como si fueras una diosa y no te quiere ver como mujer, porque cree que tu eres perfecta, intocable, es pecado tocarte hasta con el pensamiento, por eso necesita estar borracho para demostrarte su amor, no es capaz de hacerlo conscientemente. Bueno, ojalá te ayude lo que hemos conversado y también a él, no me gustaría que siguieran sufriendo por que yo los quiero mucho a los dos.”




“EL GOLPE FINAL”

Llegó el mes de Septiembre, lleno de sol, de flores en los árboles, el cerro florido de aromas, había muchos pajaritos y mariposas. Parecía renacer la vida. A ratos me acordaba que había perdido el año por culpa de este sufrido amor. Pero el amor por Augusto me consolaba, pensaba en él, en cada momento juntos, en nuestras conversaciones, en sus cartas, sus locos celos, sus galanterías, sus hermosos ojos verdes tan brillantes, hermoso, su pelo rubio. Por eso sus amigos y todo el mundo le decían “El Rucio”. Su boca tan sensual, su cuerpo atlético, como montaba a caballo parecía un príncipe. Era de caballería. Él y el caballo eran como una sola cosa. Era un espectáculo verlo saltar vallas, correr. Su cuerpo musculoso era como una sola energía con su caballo. Había ganado varios premios en la escuela de equitación. Era descendiente de alemán y tenía cara de alemán.

Su carácter apasionado dominante, iracundo y también dulce, romántico y delicado. Muy piropeo y risueño, me trataba como una fina rosa. Era muy extremista. Poco a poco, fue dejando a todos sus amigos porque desconfiaba de todos los hombres. Según él todos estaban enamorados de mí. Pasaron dos semanas que no me vino a ver, por aquella noche que se apasionó tanto estando bebido. Tenía vergüenza de volver.

Una noche de sábado apareció a pedirme perdón por su comportamiento, se sentía muy avergonzado.

-“Si”-le respondí-“Ya Jorge me contó que estas arrepentido ¡Dejemos eso, está bien, olvidémoslo!- Y lo besé en la mejilla-“Vamos a la plaza, está linda la noche, tibio el ambiente ¡Me encanta la primavera!
Fuimos a la plaza del cerro y estaba tan hermoso, todo verde y llenó de parejas sentadas en las bancas.
Nos sentamos. Él se acercó a mí, me tomó la mano y me dijo:

-“Nunca en mi vida he sido tan feliz Toñi. Tú eres una mujer perfecta. Eres inteligente, sensible, cariñosa, entretenida, artista, psicóloga, intuitiva y tan atractiva. Yo me considero el hombre más feliz del mundo a tu lado. A ti no necesito explicarte las cosas, todo lo captas con rapidez, no sé como conoces tan bien a la gente y a cada uno lo tratas de forma diferente. ¿Crees que no me doy cuenta? A Wilfred se ve que tú la adoras y es tu mayor admiradora. Pero tú le hablas en forma diferente que a tus otras amigas. Como que ustedes se conocen tan bien que no necesitan hablar. Y todos sabemos que Wilfred es intocable. Hay que ser burro para no percibir ese cariño.

A Jorge lo tratas diferente, lo miras diferente, con una fuerza que no miras a los demás. Con una inmensa carga de cariño y ternura y él te mira igual, con cariño conmovedor ¡Tienen algo en común!”

-“Claro”-le dije-“Tenemos transmisión telepática. Cada vez que él me necesita me llama con la mente y yo sé exactamente lo que le está sucediendo ¿No te acuerdas cuando se quiso suicidar en Viña y tu trataste de salvarlo y yo lo soñé?

-“Por supuesto que me acuerdo, como si fuera hoy, cuando te llamé por teléfono de Viña para darte la noticia y me respondiste:”Ya lo sabía” y te pregunté:” ¿Quien te contó?” Y me respondiste: “Él”. Yo estaba impresionado porque en ese momento estaba inconsciente en la posta de Viña y cuando despertó me dijo:”No le avises a la Toñi, yo ya le avisé.” ¡Deberías estudiar Psicología!”-dijo.

Me quedó mirando y comenzó a acariciar suavemente mi pelo:”Me encanta tu pelo largo, tan negro y brillante. Prométeme que nunca te lo cortarás”.Se acercó tanto que yo no pude resistir más y lo besé suavemente. Él correspondió, poniéndose rojo. Luego el tomó mi rostro y me besó suave y largamente. Nos quedamos mirando y le dije con naturalidad:

-“Nadie nunca antes me había besado así, con tanta delicadeza y ternura”-Acaricié sus cabellos y le dije-Me encantan tus cabellos suaves y dorados, como sol, tus ojos verdes, que me miran así con esa dulzura, tus labios tan sensuales ¡Para mí eres lo más lindo que he visto!

-“¡Los hombres no son lindos!”-dijo riendo.

-“¿Y qué son?-pregunté.

-“Bueno, pueden ser varoniles, atractivos, buenos mozos, ¡pero no lindos!-Me abrazó riendo.

-“Te equivocas”-le dije- “Para mí lindo es un hombre que tiene un espíritu bueno, amoroso, tierno, sensible, generoso ¡Yo he conocido pocos hombres así! ¡Sólo tú y Jorge!”. Esos fueron los dos únicos besos que nos dimos en nuestra vida. Al sábado siguiente, 3° de Septiembre de 1958, apareció Augusto con otro uniforme, había sido ascendido a teniente y estaba tan orgulloso que reventaba.

-“Te ves maravilloso con ese uniforme mi teniente”-le dije abrazándolo y felicitándolo-“En realidad te ves espectacular, el color del uniforme hace juego con tus ojos”-Y lo abrazaba feliz. El me abrazó muy fuerte, conmovido. Yo al instante sentí un pánico, un escalofrío. Lo miré y estaba como lloroso.

-“¿Estas emocionado verdad? Y con razón, ¡por fin ya eres teniente y debes estar feliz!

Pero yo no me creía lo que le estaba diciendo, porque percibí en su mirada más bien una profunda tristeza. Me volvió a abrazar fuertemente y me dijo:

-“Mi Toñita, mi Toñita. Tu eres y serás siempre la persona más importante en mi vida”-Y como que lo decía de una manera desgarradora.

Entramos al living, nos sentamos y le dije:

-“Habla, dime qué pasa, estoy preparada.”

-“¿Estas preparada?-preguntó-¿Estás segura?

-“Si”-respondí. Me tomó de la mano temblando, con sus ojos húmedos me miró fijamente y me dijo:

-“Pero tengo que darte una mala noticia”-insistió.

-“Ya lo sé. Habla.”-dije ansiosa.

Bajó la vista y dijo, haciendo un esfuerzo por no llorar:

-“Es que me cuesta mucho decírtelo”- Y suspiró hondo. Luego me miró a los ojos y dijo: ”ME TRASLADARON A ANGOL”.

Mis lágrimas corrieron por mis ojos. Dije bajando la cabeza:

-“Sabía que era un segundo terremoto. Primero perdí el año, ahora tú te vas”

Augusto se fue el 27 de Septiembre de 1958. Se fue y yo sentí que la tierra me tragaba. No podía creer que ya no lo vería más. No lloré más. Estuve varios días como una estatua de sal. Mi mamá trataba de consolarme, diciéndome que Angol no era tan lejos. Yo estaba con la vista clavada sin llorar, sin hablar y solo al tercer día empecé a comer. Es como que una piedra me cerró el corazón. No hablé de él con nadie. Sólo Jorge comprendía mi dolor, pero tampoco se habló del tema. Me iba a buscar y me llevaba a pasear en moto. Yo iba atrás callada, muda como una estatua sin derramar una lágrima. Después de tres paseos en moto Jorge decidió hablarme y me dijo con firmeza:

-“Si vas a seguir así, sin hablarme, sin desahogarte, sin ni siquiera llorar para poderte consolar, es que no lo soporto más. Estoy sufriendo demasiado viéndote así. Por favor, la vida continúa. Sal de ese silencio, grita, patalea, llora, insulta, pero haz algo. Si no te vas a quedar sin mi amistad y no vendré más a verte”-Y me llevó a mi casa. No dije nada, ni una palabra.

Pasó un mes y mi hermana me decía lo mismo:

-“Continúa tu vida, haz caso a los consejos de Jorge, el te quiere bien. Vamos a la casa de Wilfred. Ella está muy triste. No puedes hacer esto con la gente que te quiere. Nos tienes a todos sufriendo. Te estás portando como una persona egoísta que no le importa que los seres que te quieren, sufran.” Esperé una carta pero nada. Luego, yo decidí enviarle una única carta, donde le decía cuanto lo amaba, que no podía vivir sin él, que todos los días pensaba en él, que parecía que lo sentía llegar cada día como siempre. Y no soportaba su silencio y esta espantosa soledad.¡No la respondió! ¡Parecía que se lo había tragado la tierra! Pasaron los meses y un día Jorge me dijo:

-“Sabes Toñi, Augusto me escribió y me dijo que lo habían tirado 7 años a Angol. Que había recibido tu carta, pero prefirió no contestarla, porque era inútil continuar esta tortura, sino se volvería loco de tanto sufrir, que él no era capaz de sufrir tanto y menos hacerte sufrir a ti. Prefería cortar toda relación.”

-“Y ¿Por qué no me escribió eso a mí? ¿Por qué a ti?”

-“Eso yo no lo comprendo de Augusto, que problema tiene contigo que ni él mismo entiende.”

-“¡Es un cobarde!”-dije-“¡Y no se hable más de él! ¡Haré cualquier cosa por olvidarlo! Iré a fiestas pololearé con el primero que me lo pida, lo olvidaré, lo borraré de mi vida. Como que nunca hubiera existido ¿Vamos a una fiesta?-le pregunté-“Silvia está de cumpleaños”.

El me miró extrañado de mi reacción y temeroso.

-“¿Es verdad que quieres ir? Yo te llevo.

Partimos a la fiesta. Bailamos reímos, como que aquí no ha pasado nada. De pronto un chiquillo me sacó a bailar, desconocido, y estaba un poco tomado.

-“¡No!”-respondió Jorge-“¡Esta conmigo!”

-“¿Ahora tu me vas a impedir, igual que Augusto, lo que haga? ¡Hago lo que se me da la gana!-respondí con ira.

Después el chiquillo me llevó a beber y yo me tomé tres tragos al hilo, sin comer nada. Me sentí mareada pero seguía bailando y riendo como condenada. Entonces Jorge llamó a mi hermana por teléfono y le dijo que me vinieran a buscar porque yo estaba muy bebida y era peligroso llevarme en la moto. Yo no quería venirme de la fiesta, bailaba con uno y con otro y apenas me sostenía. Entonces Jorge me tomó y me sacó a bailar lento para hablarme, pero él decía que yo transmitía cosas incoherentes y reía y reía. Luego empecé a llorar y gritar. Jorge me tomó, me llevó a una cama y me acostó. Me dijo que mi hermana me vendría buscar en un taxi, pero yo luchaba con él, furiosa, le gritaba:-“Tu no me mandas, a mí nadie me mandará nunca más”. En eso llegó mi hermana, me tomaron entre los dos y me metieron al auto mi hermana y mi hermano. Jorge se vino en la moto.
Al llegar a la casa vomité hasta las tripas y no paraba de llorar. Llegó mi papá y dijo:

-“Tiene un estado alterado por el alcohol, que a ella le hace muy mal” Y me puso una inyección que me dejó durmiendo hasta el otro día.


“AUGUSTO: SU PRIMERA VENIDA DE ANGOL”

Cuando terminó mi brevísimo pololeo con Pedro Cano, un pianista, que luego nombro, apareció Augusto después de ocho meses de ausencia y silencio en mi casa. Venía solo por unos días a Santiago y nos invitó al cine a las dos con mi hermana. Sin explicaciones quería verme, pero no solos. No quería hablar nada de nosotros. Cuando veníamos del cine nos regaló un paquete de violetas a cada una.En el cine Augusto luchó toda la película por no mirarme, ni tocarme, ni moverse siquiera. Solo cuando me ofreció chocolates sentí que su mano tembló, pero él no me miró. Suspiraba en ocasiones y una vez lo sorprendí mirándome a escondidas y en cuanto me volví, volvió la cabeza. Yo no entendía nada ¿Para qué invitó entonces, si era tanto problema para él enfrentar la situación? Sufrí esta insostenible actitud en silencio. Augusto evadía acercarse a mí, sólo me miraba de distancia y evitó por todos los medios quedarse a solas conmigo. Me miraba como con dolor, temor, desconfianza, ansiedad. Entonces comprendí que aquella vez, cuando me agredió sexualmente, cuando llegó borracho de la parada militar y le grité “¡Me das asco! ¡Suéltame!, le había afectado mucho y no se quería acercar a mí ni por nada.

Volvió a despedirse antes de partir de vuelta a Angol. No hablamos nada de nosotros, como que una puerta de hierro nos hubiese separado para siempre.Estaba muy nervioso, ansioso, hasta se ponía tartamudo y rojo, como alguien que está haciendo un esfuerzo muy grande por contener sus emociones y sus sentimientos.Yo estaba angustiada, no sabía qué hacer, instintivamente preferí no demostrar nada, como que todo era lo más natural. Estaba tan ansioso que de pronto me dijo:

-“Bueno, me voy”-Y se iba a ir cuando le dije:

-“¿Y así no más te vas a ir? ¿No me darás siquiera un beso de despedida?”

Me dio un beso en la mejilla tratando de controlar sus nervios y cuando se iba a ir no pude contenerme más y le pregunté:

-“Augusto ¿recibiste mi carta?

-“No, no la recibí”-respondió de espaldas a mí y se fue.”

Yo pensé:”Ahora estoy segura que esas palabras que le dije aquella noche fueron mortales para él.”

Era evidente que mentía, porque yo sabía que le había escrito esa carta a Jorge, que yo misma leí, donde no mencionaba el hecho, pero yo sé que era eso lo que lo hirió tanto.


“UN ESFUERZO POR OLVIDAR”

Pasó el verano y poco a poco me fui olvidando de Augusto. Me llené de actividades que me impidieran pensar en él. Tomé un curso de taquigrafía y a los dos meses escribía 60 palabras por minuto. Me puse a trabajar como taquígrafa en una notaria. Trabajaba todo el día, soportando a mis terribles dolores de espalda, porque pasaba nueve horas escribiendo a máquina. Pasaba un minuto libre y mis pensamientos volaban hacia Augusto.
Ese año fue el peor de mi vida, con 2 terremotos, un año perdido y la partida sin palabras de Augusto, más ese trabajo embrutecedor que me hacía llegar tan cansada a la casa, con la espalda tan adolorida que no tenía tiempo para pensar en Augusto. Me acostaba todos los días agotadísima, como embrutecida y me dormía al tiro. Era un trabajo para embrutecer a cualquiera, pero yo lo necesitaba para olvidar y no echarme la culpa todo el tiempo por aquellas malditas palabras que él recordaba, hacían latir mis sienes.”Suéltame que te tengo asco”. Pensaba que todo se había arruinado por mi culpa.

Para lo único que me sirvió el maldito trabajo lleno de “rotos ordinarios”, que yo apenas los saludaba, fue para atontarme y acallar mi sentido de culpa.Y como yo no me metía con nadie, había uno que le dio por molestarme. Como veía que a veces yo me sobaba la espalda, el roto me decía:

-“Ay, ¿la señorita tiene espalda de cristal?

Y todos los otros se reían y pretendían meterme conversación. Pero yo lo único que hice durante esos tres meses que pude aguantar ese trabajo, para mí, brutal, fue trabajar, trabajar y trabajar para no pensar. Después de tres meses, me retiré. Ni siquiera quise volver a cobrar mi sueldo. No quería volver a ver nunca más esa maldita notaría, llena de rotos, con olor a papel hediondo, a cigarro, a sudor y, además soportar las groserías y ordinarieces que hablaban para hacerse los graciosos.Juraban que así me iban a caer bien los ordinarios, diciendo piropos picantes y dándoselas de conquistadores.Yo no soporté más la náusea que era estar junto a esa gente y no fui más.


“LA CARTA DE MATRIMONIO”
(1961, 21 años)

Ya hacia como un año y medio que no sabía nada de Augusto. Una tarde estábamos con mi hermana y con Florencia, una amiga, leyendo un libro, porque nos juntábamos los días jueves a leer un libro interesante y comentarlo. La chimenea estaba encendida, yo estaba calentándome las manos cuando mi nana me pasa una carta:

-“¿Y eso?”-dije-“¿Es para mí?

-“Sí”-dijo ella-“Viene a su nombre”.

-“¿Y quién podrá ser?-les dije a Alicia y Florencia.

-“¡Ábrela!”-me dijo Florencia-“¡Estoy que estallo de curiosidad!”

Yo la abrí, adentro venía una tarjeta blanca y cuando la leí sentí que me desplomaba.

-“¿Qué te pasa?”-dijo Alicia-“¿Qué es?”

Yo no respondí. Empecé a temblar y mis ojos se llenaron de lágrimas. Me fui a la chimenea con la tarjeta y la tiré al fuego.

-“Pero ¿Qué haces?”-dijeron-“Y no nos vas a decir de que se trataba la tarjeta.

-“Se trataba de un muerto”-fue mi comentario-“Acaba de morir, está enterrado para siempre.”

Se miraron y al ver mi gesto comprendieron que se trataba de Augusto, que era un “Parte de matrimonio”. Alicia tomó el sobre y el remitente decía “ANGOL”. Me fui a mi dormitorio y en lo primero que pensé fue en Jorge. Me acosté y me puse a llamarlo con la mente. Siempre que algo sucedía nos llamábamos con la mente.
A los 20 minutos Jorge llegó a mi casa y preguntó por mí. Salí y me dijo:

-“¿Me llamaste?”

-“Si”-respondí-“Vamos a la plaza por favor”

-“Claro, por supuesto”

Íbamos caminando y Jorge me dijo:

-“Te llegó una tarjeta de Augusto ¿verdad?”

-“Sí”-respondí.

-“Lo suponía. A mí también me llegó. Estaba esperando que me llamaras por esta causa. Cavó definitivamente su propia tumba ¿Cómo pudo ser tan imbécil? ¡No lo puedo creer! ¡Si Augusto está perdidamente enamorado de ti! ¿Se habrá vuelto loco?”-me abrazó con los ojos llorosos-“Puede llorar en mi hombro mi Cuchi”-dijo.
Yo puse mi cabeza en su hombro y lloré y lloré repitiendo:-“Yo tuve la culpa, yo tuve la culpa”.
Jorge me zamarreó enojado y me dijo:

-“No repitas jamás nunca eso. Tú no tienes ninguna culpa ¿Entiendes? ¡Hasta cuando te vas a echar la culpa! ¡No te das cuenta que esta chalado, que está mal de la cabeza, que debería ver un siquiatra! ¿No ves que están huyendo de algo? ¿Quien es esa fulana? ¿Cuando se enamoró de ella? Simplemente se casa para no sufrir más ¡Te aseguro que ese matrimonio no dura ni dos años! Este hombre está verdaderamente enfermo, te lo digo, de verdad es digno de lástima ¡Si hasta él más imbécil sabía lo que él sentía por ti! Tal vez es mejor que así sea. Con un hombre así habrías sufrido toda tu vida, mi Cuchi.”

-“Está muerto y enterrado”-dije-“Quemé su tarjeta”.

-“Curioso. Yo también hice lo mismo”-dijo Jorge.


“AUGUSTO VIENE POR SEGUNDA VEZ, CASADO”
(1962, 22 años)

Nosotras con mi hermana estábamos instalando un jardín infantil en nuestra casa y teníamos unos cuadros pintados en la sala de clases que estábamos preparando. Un día yo estaba pintando uno de esos cuadros arriba de una escalera. De pronto sentí tras mi espalda una “presencia” que me dio escalofrío. Estaba tan concentrada que no escuché llegar a nadie, sólo escuché una voz. Sin volverme atrás me quedé helada y traté de seguir pintando pero temblaba y mi corazón comenzó a latir, como que iba a explotar. Entonces escuché la voz de Augusto que decía:

-“HOLA”

Yo continué tratando de dibujar. Sin mirar atrás respondí:

-“¡Hola!”-y seguí dibujando.

Entonces Augusto se comenzó a reír nerviosamente y dijo.

-“Que eres divertida. Hace como un año que no nos vemos y respondes” ¡Hola!” tan tranquilamente como si nos viésemos todos los días.”

Yo continué pintando sin volver para mirarlo y respondí:

-“Si, así es. No ha habido un día desde que te fuiste que no te haya visto”

-“¿Qué me quieres decir?-preguntó.

-“Eso, que tu eres mi desgracia. No sé qué haces aquí, porque has vuelto como una pesadilla. Para mí tú estás muerto y los muertos no se le aparecen a uno. Ándate con tu esposa y no vuelvas nunca más, déjame en paz. Ándate para siempre.

Se puso tartamudo y empezó a reír en forma nerviosa.

-“Cada vez que converso contigo me pongo tartamudo”- y estaba rojo y temblando como una hoja.

-“¿No será por el amor tan grande que me tienes?-respondí y recién me baje de la escalera y guardé los pinceles mirándolo francamente.

-“¿Por qué me dices eso? Tu sabes que tu eres mi vida”

-“Si claro. Debo ser como aquellas santas que las llevan al altar y las veneran y las dejan entre las estatuas y se casan con otras ¿O no?”-Agregue acercándome y hablándole burlonamente.

Augusto ante mi cercanía se ponía más rojo, temblaba más que antes y no le salía la voz. Yo le increpé desafiante:

-“Responde ¿O te comieron la lengua los ratones?”

-“Sabes que eres una mujer que me corta. Me siento como cucaracha a tu lado. Tu eres la de las palabras, tu sabes que soy un burro no más”-y me estiró sus manos tomando de las mías diciendo:”Mi Toñita””Necesito verte para poder vivir, tú lo sabes”-Tenia las manos gélidas.

-“Si necesitas verme para vivir, ¿como es que te fuiste en Septiembre del 68? Han pasado cuatro años y no te has muerto y también te casaste. Te envié una carta declarándote mi amor y pidiéndote perdón por lo que te dije aquel 18 de Septiembre, y dijiste que no la habías recibido. Lo que es mentira ¿Nunca se te ocurrió pensar el remordimiento de conciencia que padecí yo estos cuatro años pensando que mis palabras te habían afectado tanto y que yo tenía toda la culpa de que se haya roto todo el amor que me tenías?. Eres un monstruo de crueldad. No quiero verte nunca más en mi vida. Además no tienes derecho de venir a perturbar mi vida. Tú ya eres un hombre casado y para mí ya estás muerto para siempre. Por favor, retírate ¡No quiero hablar más contigo! ¡Ándate, ándate y no vuelvas nunca!- le grité.

Entonces él me quiso abrazar y yo se lo impedí con la mano.

-“¡No me abraces!”-dije-“Además como ves, estoy ocupada ¿Qué quieres de mí? Me estás haciendo perder el tiempo.

Augusto bajó la cabeza y se le cayeron las lágrimas y me dijo:

-“Eres muy cruel y me haces muy difícil poder darte una explicación.”

-“¿Qué explicación? Tuviste cuatro años para darme una explicación, ahora ya no me interesa. Vete a Angol, por favor, con tu familia y olvídate que algún día me conociste.”

-“Eso es imposible. Jamás te podré olvidar mientras viva”

Lo miré y pensé:”En realidad, como dice Jorge “Este está completamente chalado”.

-“Por favor”-le dije-“Retírate”- y le abrí la puerta.


CONTINUACION.... ..

4 comentarios:

  1. .Quedo muy bonito el video que hizo mi hijo Cristopher , expresa muy bien el sentimiento de soledad y tristeza en que me dejo esta relacion a mis 18 años. Todavia entonces, no sabia lo que me impedia tener una relacion que no fuera solo romantica solamente. En esta edad yo sufri mucho con mis relaciones sentimentales hasta llegar a enfermarme de tanto preguntarme:¿Porque actuo asi?

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  2. Yo mato a ese hombre !!¡¡¡estaba enfermo!!uffff,
    Genial las canciones , tu correo no me acepta
    .....
    cuando sigue??

    me entretiene mucho

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