“LA GATA EMBALSAMADA”
Sueños de aviso
(Interpretación por el Dr. Armando Roa) 1962, 22años
Quedé tan alterada con la visita de Augusto, después de su segunda venida de Angol, que en la noche tuve un extraño sueño, y como sé que Dios me habla a través de los sueños, lo anoté para consultarlo con un Psicólogo, que me dijera su significado.
Soñé que había una casa vieja, grande y sucia, llena de telarañas, con una enorme y roñosa escalera, que daba a un segundo piso. La casa era oscura, apenas se veían los peldaños. La escalera estaba tan inestable y rota que era peligroso subir por ella.
Yo subía la escalera muy despacio, por miedo a caerme.
Entraba a una pieza, igual de sucia y vieja y me encontraba una “GATA EMBALSAMADA”, que me miraba con ojos suplicantes y los movía como quien dice: “¡sáquenme de aquí!”.
Yo no podía creer, que esa gata embalsamada, ¡estaba viva! Si se supone que estaba ¡embalsamada!
Pero la gata movía los ojos y su mirada era desesperada y suplicante.
En eso, llegaba Augusto y miraba la Gata y empezaba a golpearla con los puños, para liberarla de esa cárcel, pero por más que golpeaba y golpeaba, la Gata, seguía embalsamada, inmutable, como si tuviera una coraza de hierro impenetrable.
Pero seguía mirando, esta vez a Augusto, con aquellos ojos suplicantes que decían: ¡Sálvame!
Entonces, Augusto se ponía de rodillas y lloraba y lloraba de impotencia frente a la Gata, sin poder ayudarla, no hallaba que hacer. Era un sueño angustioso.
Al despertar, me latía fuerte el corazón, este sueño me quedo todo el día dando vueltas, y siempre me acordaba de él.
“¿Qué podrá significar?”, me decía, porque estaba segura de que ese sueño significaba algo.
Fue tanto lo que me obsesionó que fui a ver al Dr. Armando Roa, Psicólogo muy destacado, especialista en sueños.
Para ver este doctor, algunos esperaban hasta 6 meses, porque su agenda estaba llena. Pero como yo estudiaba Filosofía en ese tiempo, hablé con el profesor de psicología, el Dr. Puig, que era amigo, para que me atendiera lo antes posible.
El Doctor Roa, me llamó cerca de un mes después, para avisarme que una persona no iría a su terapia ese día porque estaba enferma, y que si yo quería podía ocupar su cita.
Me pilló tan de improviso que le dije al tiro que sí, pero después pensé: “pero no tengo plata”, yo sabía que las sesiones de ese doctor eran carísimas; le expliqué mi problema y él me dijo:
“No se preocupe, venga no más si ya el Dr. Puig me contó su sueño y lo angustiada que estaba. Me interesa atenderla, por ser alumna de mi amigo no le cobraré nada”
Me dio su dirección y fui allá: era un departamento lujoso en la calle Merced, con un enorme salón alhajado elegantemente. Tenía un hermoso acuario, música suave, una alfombra roja maravillosa y todos los detalles de su consulta eran de muy buen gusto. Él era un hombre moreno, de mediana estatura, voz agradable, muy gentil y sereno.
“Pase, María Antonieta”, me dijo, “usted es la alumna de Puig, tome asiento, ¿se sirve un café?"
“Gracias doctor, se lo agradezco”.
Me sirvió el café y tomando una cajita de madera, bellísima, me la acercó y dijo:
“¿Fuma?”
“Sí, gracias, lo estaba necesitando, estoy muy nerviosa”
“Quédese tranquila, yo lo ayudaré en lo que pueda”, y me hizo volver a relatarle el sueño con todos los detalles que el Dr. Puig podía no haber recordado. Yo le relaté el sueño con todos los detalles que recordaba. Luego me preguntó sobre mi relación con Augusto y yo le relaté lo mejor que pude la extraña relación que teníamos, y le conté sobre nuestra última entrevista, comentándole que lo había echado para que no volviera nunca más."
“Eso será difícil, porque él seguirá viniendo a buscar una explicación que no tiene y que usted tampoco puede dársela”, respondió.
“En cualquier caso, tanto él como usted, necesitan terapia psicológica para que algún día puedan resolver sus vidas”
“Bueno, como nosotros tenemos ésta sesión nada más, vamos al punto que a usted hoy la trae aquí, la interpretación de su sueño, concretamente.”
Yo subía la escalera muy despacio, por miedo a caerme.
Entraba a una pieza, igual de sucia y vieja y me encontraba una “GATA EMBALSAMADA”, que me miraba con ojos suplicantes y los movía como quien dice: “¡sáquenme de aquí!”.
Yo no podía creer, que esa gata embalsamada, ¡estaba viva! Si se supone que estaba ¡embalsamada!
Pero la gata movía los ojos y su mirada era desesperada y suplicante.
En eso, llegaba Augusto y miraba la Gata y empezaba a golpearla con los puños, para liberarla de esa cárcel, pero por más que golpeaba y golpeaba, la Gata, seguía embalsamada, inmutable, como si tuviera una coraza de hierro impenetrable.
Pero seguía mirando, esta vez a Augusto, con aquellos ojos suplicantes que decían: ¡Sálvame!
Entonces, Augusto se ponía de rodillas y lloraba y lloraba de impotencia frente a la Gata, sin poder ayudarla, no hallaba que hacer. Era un sueño angustioso.
Al despertar, me latía fuerte el corazón, este sueño me quedo todo el día dando vueltas, y siempre me acordaba de él.
“¿Qué podrá significar?”, me decía, porque estaba segura de que ese sueño significaba algo.
Fue tanto lo que me obsesionó que fui a ver al Dr. Armando Roa, Psicólogo muy destacado, especialista en sueños.
Para ver este doctor, algunos esperaban hasta 6 meses, porque su agenda estaba llena. Pero como yo estudiaba Filosofía en ese tiempo, hablé con el profesor de psicología, el Dr. Puig, que era amigo, para que me atendiera lo antes posible.
El Doctor Roa, me llamó cerca de un mes después, para avisarme que una persona no iría a su terapia ese día porque estaba enferma, y que si yo quería podía ocupar su cita.
Me pilló tan de improviso que le dije al tiro que sí, pero después pensé: “pero no tengo plata”, yo sabía que las sesiones de ese doctor eran carísimas; le expliqué mi problema y él me dijo:
“No se preocupe, venga no más si ya el Dr. Puig me contó su sueño y lo angustiada que estaba. Me interesa atenderla, por ser alumna de mi amigo no le cobraré nada”
Me dio su dirección y fui allá: era un departamento lujoso en la calle Merced, con un enorme salón alhajado elegantemente. Tenía un hermoso acuario, música suave, una alfombra roja maravillosa y todos los detalles de su consulta eran de muy buen gusto. Él era un hombre moreno, de mediana estatura, voz agradable, muy gentil y sereno.
“Pase, María Antonieta”, me dijo, “usted es la alumna de Puig, tome asiento, ¿se sirve un café?"
“Gracias doctor, se lo agradezco”.
Me sirvió el café y tomando una cajita de madera, bellísima, me la acercó y dijo:
“¿Fuma?”
“Sí, gracias, lo estaba necesitando, estoy muy nerviosa”
“Quédese tranquila, yo lo ayudaré en lo que pueda”, y me hizo volver a relatarle el sueño con todos los detalles que el Dr. Puig podía no haber recordado. Yo le relaté el sueño con todos los detalles que recordaba. Luego me preguntó sobre mi relación con Augusto y yo le relaté lo mejor que pude la extraña relación que teníamos, y le conté sobre nuestra última entrevista, comentándole que lo había echado para que no volviera nunca más."
“Eso será difícil, porque él seguirá viniendo a buscar una explicación que no tiene y que usted tampoco puede dársela”, respondió.
“En cualquier caso, tanto él como usted, necesitan terapia psicológica para que algún día puedan resolver sus vidas”
“Bueno, como nosotros tenemos ésta sesión nada más, vamos al punto que a usted hoy la trae aquí, la interpretación de su sueño, concretamente.”
“Mire usted, es esa GATA EMBALSAMADA, que mira con ojos suplicantes a usted y a Augusto, que la liberen de esa cárcel, es usted misma. Su femineidad, su sexualidad, su emotividad atrapada, paralizada como en una cárcel que es su propio cuerpo, que algo no le permite liberarse y expresarse, y grita por ayuda; primero a usted misma, y luego a Augusto, pero ninguno de los dos está en condiciones de ayudarla a liberarse de sí misma, porque su cuerpo está embalsamado como si tuviera alrededor suyo una coraza defensiva, y al mismo tiempo aniquilante.”
Usted quiere ser Libre, y sufre porque no sabe cómo hacerlo y se lo pide a Augusto, qué solo llora su impotencia de no poder liberarla. Comprenda, aquí no hay culpables: ni usted ni Augusto son culpables, son víctimas de la impotencia de ataduras sexuales, morales, emocionales, que dado que desconozco sus historias, no sé exactamente sus razones, pero sí sé que usted necesita ayuda psicológica, porque de lo contrario, va a estar eternamente momificada, como claramente indica su sueño, que no puede ser más claro.
Su amigo, como insistentemente dice ser, es muy perceptivo y sabe que él no puede solucionar el problema de ambos y adoptó por negar sus sentimientos, creyendo, ilusamente, que casándose solucionaría el problema, pero no, él volverá una y otra vez a tratar de entender “que pasó” con esta relación. Cuando vuelva nuevamente, cuéntele su sueño y la explicación recomendándole que busque también ayuda Psicológica, si no lo hacen, ambos serán infelices en sus relaciones amorosas y matrimoniales, si usted se casa, será infeliz y hará sufrir a su marido. Su casa vieja, con telarañas, con peldaños inseguros y arriesgados de caer, no es otra cosa que usted misma. Necesita amarse más, arreglarse, desarrollar su instinto femenino, eliminar esas telarañas de su vida, esas complicaciones, esas inseguridades, esos temores, que la tienen maniatada. Y lo último, deje ya ese “complejo de culpa”, ni lo culpe tampoco a él.
Para que agregar más sufrimientos a sus maniatadas vidas, o más angustia a un hombre que ha hecho todo lo que ha podido y se declara impotente; ese hombre la quiere mucho y seguirá sufriendo porque no puede alcanzarla, su amor es para él, como tratar de atrapar el viento: imposible.
Me fui más tranquila y agradecida del doctor.
“AUGUSTO VUELVE POR TERCERA VEZ (1964, 24 años)"
Una mañana estaba yo sentada en la terraza de mi casa estudiando y mi nana me grita por la escalera:-“¡Tiene visita!”
-“Que suba”-grité, creyendo que era Florencia o Jorge.
Yo estaba reclinada en un sillón tomando Coca-Cola y con un libro en la mano y miro hacia la puerta de la terraza para saber quien venía y veo a Augusto.
Era como una aparición. Justo como dijo el Dr. Roa, que iba a volver y así fue. Yo no me moví de mi asiento. Lo miré con naturalidad como que lo estuviera esperando (habían pasado dos años desde que no lo veía).
-“¿Cómo estás?”-le dije-“Te va bien ese uniforme ¿de qué es? ¿De Capitán?”
Yo continuaba en mi posición, en la silla donde estaba estudiando, con los pies en alto, tomando Coca-Cola y comiendo galletas.
"¿Quieres Coca? ¿O galletas?" le pregunté.
El estaba rojo y tembloroso, como siempre se pone ante mí. Le ofrecí asiento, pero se quedó parado.
-“No, es que Ud. me turba. Me pongo tan burro que se me olvida todo lo que venía a decirle”-Y se reía y se reía nerviosamente-“Ud. siempre igual, conserva esa calma exasperante que me derrumba”
Yo haciendo el papel de controlada, sentía que el corazón me saltaba por la boca, pero me mostraba mucho más controlada que él.
-“¿Qué deseas?”-pregunté-“¿Vienes a contarme de tu esposa?”
-“No”-respondió-“Ya no tengo esposa. Nos separamos”
-“Yo venía a hacerte una pregunta”
-"¿Qué pregunta?" Respondi
“Quería preguntarte Toñita ¿Qué nos pasó?"(La misma pregunta que me había dicho el Dr. Roa, que me iba a hacer)
-“Qué te pasó”-acoté yo-“Porque a mí no me pasó nada. Ya te dije todo lo que tenía que decirte. Yo creo que necesitas ayuda de un psiquiatra o un psicólogo que te ayude a comprender tu comportamiento, porqué la incapacidad de reconocer tus sentimientos. Es importante que lo averigües y lo puedas superar. Si no vas a pasar la vida separándote y nunca vas a poder tener una relación estable si no te respondes esa pregunta que ahora me haces ¿Qué nos pasó?. Yo por lo menos consulté con un psicólogo y me ayudó a comprender que algo estaba mal en mí. Yo no sé qué me pasa y lo que te pasa a ti, menos. Ni tú, ni yo lo sabemos. Creo que ambos tendremos que consultar un especialista ¿sabes? Eso me dijo el psicólogo que ninguno de los dos puede solucionar este problema sin ayuda profesional. Parece que somos un par de tarados”-dije.
No quise contarle mi sueño porque eso era difícil de entender ¡Y él no iba a creer en un sueño!
-“Yo no sé Toñita. Pero esta pregunta no pasa de mi mente. Pasan los años y no te puedo olvidar.”
Sus ojos verdes se pusieron llorosos, se acercó a mí y me dijo:
-“A veces quiero hasta morirme para dejar de pensar.”
-“A mí me pasa lo mismo”-respondí-“Me pregunto una y mil veces que hay de malo en mí, que error cometo, porqué no puedo amar como todas las demás personas, porqué tú te fuiste y te casaste. Yo me echo la culpa, que no te supe enamorar. Ahora ya es tarde para nosotros. Tú eres un hombre casado, yo soy católica, para mí un hombre casado está muerto. Desde el día que tú me enviaste la tarjeta con el anuncio de matrimonio, yo te enterré, quemé tu tarjeta y ahora eres hombre muerto para mí. Lo único que puedo hacer por ti es aconsejarte que busques ayuda profesional para que puedas resolver tu problema y tal vez puedas encontrar alguien a quien amar el día de mañana.”
-“Eso jamás sucederá”-dijo-“Yo jamás amaré a nadie que no seas tú. Si me casé no fue por amor, fue por temor al sufrimiento. Sabía que no podría soportar vivir lejos de ti. Y tampoco sabía ni sé, porqué no podía ser como tú dices, como los demás hombres que reconocían lo que sentían. Prefería soportar todas las humillaciones que padecí en tu casa, cuando me decían que estaba enamorado de ti y yo insistía en que solo éramos amigos. Yo no sé qué me pasó Toñita. No entiendo. Lo único que sé es que tú eres y serás mi vida. Mi única vida. ¿Perdóname por todo el mal que te he hecho?”
Se abrazó llorando a mí y yo respondí:
-“Tú también perdóname por no poderte ayudar. Es una impotencia terrible”
Ambos lloramos en un largo abrazo.
“AUGUSTO VIENE POR EL GOLPE MILITAR” (1973, 33 años)
Cuando vino el golpe militar en Septiembre del 73, yo estaba casada hacía tres años con Jimmy, que andaba metido con la Juventud Comunista.
Un día Jimmy estaba en Saladillo y yo en mi casa, porque todavía no le daban casa en Saladillo, llegó una patrulla de milicos. Yo salí a la puerta y me dicen que tienen orden de registro porque se había denunciado la presencia de un militante del partido comunista en mi casa.
Yo en estos casos de pánico, curiosamente, actúo con aplomo tal, y controlo tan bien el temor que desconcerté a los milicos con mi actitud tajante.
-“Aquí no hay ningún comunista. No sé quien les habrá dado esa información tan errada. Aquí somos todos católicos-y le mostré mi medalla-“Y vamos a la parroquia Sta. Filomena. Si quiere puede llamar al Párroco, que estamos asistiendo en este mismo momento a unas Catequesis.”-Los milicos estaban desconcertados por mi aplomo-“¿Quién les dio esa información tan errada?”
-“No se puede decir la identificación del informante”-contestó el milico.
En esa conversación estaba cuando llega un auto y baja Augusto, se saca la gorra y dice:
-“¿Qué pasa aquí?”
Los milicos le explicaron.
-“Yo vengo a esta casa periódicamente y doy fe que aquí no hay ningún comunista. Pueden retirarse. Queda anulada la orden de registro. Pásela”
-“Si, mi coronel”
Augusto rompió el papel en pedacitos. Yo actué con la mayor naturalidad y delante de los milicos lo hice pasar a la casa.
Una vez que estuvo dentro me dijo que él estaba justo ese día encargado de revisar los allanamientos, cuando vio en el monitor mi dirección y el nombre de JAMES PARKER como participante en las ”Juventudes Comunistas” y vino inmediatamente suponiendo que sería mi esposo.
Yo estaba helada. No hallé que decir.
-“Tienes que tener cuidado. Fue un aviso de un vecino. Toma todo lo que tu esposo tenga que pueda ser acusatorio y quémalo ¿Él donde se encuentra?" -preguntó.
-“En Saladillo, trabajando”-respondí-“Pero quédate tranquilo. Mi esposo no representa ningún peligro para nadie. Él me acompaña incluso a las catequesis que estoy asistiendo. Son cosas de jóvenes idealistas, nada más. No participa en ningún partido ni en ninguna cosa. Solo es una persona idealista, que antes se interesó por ayudar a los más pobres, construyendo casas y cosas por el estilo. Pero ahora no pertenece a nada. Sólo trabaja y me acompaña a las catequesis los días de semana.”
-“De todas maneras, por favor, haz lo que te pido, quema todo. No quiero por nada el mundo que te pase algo malo, ni a ti, ni a tu esposo. Aquí tienes mi tarjeta, me llamas si se te ofrece cualquier cosa.”
Yo estaba tan asustada que para calmarme Augusto me tiró una broma:
-“Bueno, que después de todo yo casi anduve sobrando porque por lo visto tú tenías la situación absolutamente dominada”-rió-“Cálmate, tranquila. Ya pasó todo y te aseguro que no volverá a pasar.”
-“Augusto, eres un hombres muy noble, mereces ser feliz.”-le dije-“Nunca te podré pagar lo que has hecho por mi esposo.”
-“Que agradezca las circunstancias no más, porque de no ser así yo habría querido matar al hombre que te hizo su esposa. Lo envidio, pero reconozco que supo elegir muy bien, se llevó lo mejor del jardín.”
-“Siempre tan galante. Gracias por todo.”-respondí.
-“Que seas feliz”- me dijo, me dio un beso en la mejilla y se fue.
En cuanto salió nos pusimos a quemar todo afiches, libros, panfletos, cualquier indicio que fuera comunista.
Pero mi hermano como siempre fue porfiado, tomó la colección Quimantú y la escondió en el subterráneo, según supe después.
Esa fue la última vez que vi a Augusto en mi vida. No puedo negar que fue como un ángel salvador.
Pero mi hermano como siempre fue porfiado, tomó la colección Quimantú y la escondió en el subterráneo, según supe después.
Esa fue la última vez que vi a Augusto en mi vida. No puedo negar que fue como un ángel salvador.
“FIN DEL ROMPECABEZAS” 2002, 62 años
Estaba yo en mi tratamiento por la depresión con la Psiquiatra Elvira Vera, mandada por mis catequistas que me recomendaron como psiquiatra católica.
En una sesión de ella me preguntó sobre mis sueños en mi adolescencia y yo le hablé de la “GATA EMBALSAMADA” y le conté la interpretación que me había dado el Dr. Roa.
Le conté ese sueño a propósito de una relación sentimental muy complicada que yo había tenido con un militar a los 18 años.
A medida que yo relataba mi relación tan extraña con Augusto de pronto ella me interrumpió y dijo:
-“¡No me diga nada! ¿Usted me está hablando de Augusto?”
-“¡¿Y cómo lo supo?!-pregunté-“¡Si ni siquiera le he dicho su nombre!”
-“¡Ni falta que me hace!”-dijo-“Que mundo más chico es este. Esto es la obra de la Providencia divina ¡Usted era la pieza del rompecabezas que me faltaba! ¡Ahora lo entiendo todo!”
-“¡La que no entiende nada soy yo! ¿De qué conoce Ud. a Augusto? ¿De qué rompecabezas me habla?”
Y ella me contó que hace muchos años atrás tuvo en terapia a Augusto, que venía saliendo de un matrimonio fracasado y de la trágica muerte de un hijo suyo en el mar, que él no lo había podido salvar y se culpaba por eso. Además que venía a la terapia porque años atrás una mujer con la cual tuvo una dolorosa relación le había dicho que necesitaba terapia psicológica.
-“Me contó que era el dolor más grande de su vida, que ese único amor de su vida no resultó y él no sabía por qué ni ella tampoco."
Entonces me contó la otra parte de la historia que Ud. me está contando. "Yo le expliqué que trataría de ayudarle con su problema, pero me faltaba la otra mitad del rompecabezas para comprender que había sucedido en ambos. Pero ahora que la conozco a Ud. y a él, comprendo perfectamente cuál fue el problema de los dos. Aunque su sueño de la gata interpretado plantea claramente la situación que vivieron ambos de impotencia para superar el impedimento que tenían, no esclarece la causa de este impedimento, que naturalmente sólo se podría haber dado una ayuda efectiva con un tratamiento psicológico. Bueno, ahora que él está fallecido…”
-“¿Fallecido?"-dije sorprendida.
-“¿Ud. no lo sabía?"
-“No, yo la última vez que la vi fue en Septiembre de 1973, para el golpe de estado, cuando él intervino para evitar que los milicos se llevaran preso a mi esposo, porque pertenecía a las Juventudes Comunistas”.
-“¡Ah, sí!"-respondió-“Ese episodio recuerdo que me lo contó, porque recordaba que fue el acto más noble de su vida, porque si no fuera por las circunstancias el habría querido matar a su marido. Reconoció ser un hombre muy celoso y decía que Ud. fue la única mujer que él amó en su vida.”
-“Pero no sabía que había fallecido”-dije con tristeza.
-“Sí”-respondió-“Falleció hace 10 años atrás de un cáncer a la boca que no se lo supo detectar su propio hijo dentista ¡Figúrese, ahora tengo que tratar al hijo que se echa la culpa por la muerte de su padre! O sea que padre e hijo tuvieron una vida con sentimiento de culpa, porque él se culpó de por vida de haberla dejado, haberle negado sus sentimientos, haberla hecho sufrir tanto sin entender porqué actuaba así. Y finalmente haberse casado con una mujer que nunca amó. Verdaderamente ambos necesitaban ayuda psicológica que no recibieron. Ahora entiendo la dificultad de entendimiento entres ustedes.
Ud. y él tenían un tabú contra la sexualidad, por malas experiencias sexuales durante la pubertad, sus enseñanzas religiosas contra su cuerpo, sus temores infundados por sus padres. El retraso de la madurez de Augusto que no sabía cómo actuar frente a una mujer que rechazaba el sexo de plano. El terror de perderla lo hizo actuar siempre como un amigo, pese a las humillaciones que él contaba que había pasado en su casa con sus amigos que lo trataban de cobarde, poco hombre, y hasta tuvo que pelear en su casa una vez.
Bueno, no hay caso que le explique los problemas que él tuvo en su pubertad. Sólo me interesa para ayudarla en su vida actual, disiparle toda duda de sentimiento de culpa, porque él era una persona que tenía un impedimento, no fue su culpa ni su culpa. Como bien dice el sueño, que su amor no haya resultado. Pero sí le puedo asegurar que ese hombre la quiso como pocas veces he visto en mi vida y soportó tanta humillación sólo por amor. Pero ahora lo importante es que Ud. continúe la terapia para poder liberarla de sí misma. Mire Ud. si Dios es grande, la trajo aquí para entender su pasado de frustración en una edad tan importante como 18 años. Esto no es casualidad si no “la mano de Dios”, que algo quiere con Ud. y su esposo ¿No le parece este testimonio digno de escribir? Es todo tan increíble, la coincidencia de que sin saber ambos vinieron a mí. ¿Que un militar salve la vida de un comunista por amor? ¿Un comunista que Dios lo convierte a él y lo llama a ser catequista? ¿Dos vidas destruidas por las inhibiciones sexuales unen sus historias con la misma psiquiatra? Ésta es una historia tejida por la mano de Dios. Ahora usted y su esposo con la ayuda de Cristo encontrarán la sanación. Sólo él sabe por qué medios.”
Aquí se cierra la historia de amor que nunca se realizó, pero que Dios seguro la está llevando.
Más adelante en el año 1990, mi catequista Juan Figueras, luego de escuchar este relato, interpretó estos hechos como un signo de la mano de Dios que permitió en mi vida la existencia de Augusto para cumplir un plan se salvacion con mi esposo James.
Estaba yo en mi tratamiento por la depresión con la Psiquiatra Elvira Vera, mandada por mis catequistas que me recomendaron como psiquiatra católica.
En una sesión de ella me preguntó sobre mis sueños en mi adolescencia y yo le hablé de la “GATA EMBALSAMADA” y le conté la interpretación que me había dado el Dr. Roa.
Le conté ese sueño a propósito de una relación sentimental muy complicada que yo había tenido con un militar a los 18 años.
A medida que yo relataba mi relación tan extraña con Augusto de pronto ella me interrumpió y dijo:
-“¡No me diga nada! ¿Usted me está hablando de Augusto?”
-“¡¿Y cómo lo supo?!-pregunté-“¡Si ni siquiera le he dicho su nombre!”
-“¡Ni falta que me hace!”-dijo-“Que mundo más chico es este. Esto es la obra de la Providencia divina ¡Usted era la pieza del rompecabezas que me faltaba! ¡Ahora lo entiendo todo!”
-“¡La que no entiende nada soy yo! ¿De qué conoce Ud. a Augusto? ¿De qué rompecabezas me habla?”
Y ella me contó que hace muchos años atrás tuvo en terapia a Augusto, que venía saliendo de un matrimonio fracasado y de la trágica muerte de un hijo suyo en el mar, que él no lo había podido salvar y se culpaba por eso. Además que venía a la terapia porque años atrás una mujer con la cual tuvo una dolorosa relación le había dicho que necesitaba terapia psicológica.
-“Me contó que era el dolor más grande de su vida, que ese único amor de su vida no resultó y él no sabía por qué ni ella tampoco."
Entonces me contó la otra parte de la historia que Ud. me está contando. "Yo le expliqué que trataría de ayudarle con su problema, pero me faltaba la otra mitad del rompecabezas para comprender que había sucedido en ambos. Pero ahora que la conozco a Ud. y a él, comprendo perfectamente cuál fue el problema de los dos. Aunque su sueño de la gata interpretado plantea claramente la situación que vivieron ambos de impotencia para superar el impedimento que tenían, no esclarece la causa de este impedimento, que naturalmente sólo se podría haber dado una ayuda efectiva con un tratamiento psicológico. Bueno, ahora que él está fallecido…”
-“¿Fallecido?"-dije sorprendida.
-“¿Ud. no lo sabía?"
-“No, yo la última vez que la vi fue en Septiembre de 1973, para el golpe de estado, cuando él intervino para evitar que los milicos se llevaran preso a mi esposo, porque pertenecía a las Juventudes Comunistas”.
-“¡Ah, sí!"-respondió-“Ese episodio recuerdo que me lo contó, porque recordaba que fue el acto más noble de su vida, porque si no fuera por las circunstancias el habría querido matar a su marido. Reconoció ser un hombre muy celoso y decía que Ud. fue la única mujer que él amó en su vida.”
-“Pero no sabía que había fallecido”-dije con tristeza.
-“Sí”-respondió-“Falleció hace 10 años atrás de un cáncer a la boca que no se lo supo detectar su propio hijo dentista ¡Figúrese, ahora tengo que tratar al hijo que se echa la culpa por la muerte de su padre! O sea que padre e hijo tuvieron una vida con sentimiento de culpa, porque él se culpó de por vida de haberla dejado, haberle negado sus sentimientos, haberla hecho sufrir tanto sin entender porqué actuaba así. Y finalmente haberse casado con una mujer que nunca amó. Verdaderamente ambos necesitaban ayuda psicológica que no recibieron. Ahora entiendo la dificultad de entendimiento entres ustedes.
Ud. y él tenían un tabú contra la sexualidad, por malas experiencias sexuales durante la pubertad, sus enseñanzas religiosas contra su cuerpo, sus temores infundados por sus padres. El retraso de la madurez de Augusto que no sabía cómo actuar frente a una mujer que rechazaba el sexo de plano. El terror de perderla lo hizo actuar siempre como un amigo, pese a las humillaciones que él contaba que había pasado en su casa con sus amigos que lo trataban de cobarde, poco hombre, y hasta tuvo que pelear en su casa una vez.
Bueno, no hay caso que le explique los problemas que él tuvo en su pubertad. Sólo me interesa para ayudarla en su vida actual, disiparle toda duda de sentimiento de culpa, porque él era una persona que tenía un impedimento, no fue su culpa ni su culpa. Como bien dice el sueño, que su amor no haya resultado. Pero sí le puedo asegurar que ese hombre la quiso como pocas veces he visto en mi vida y soportó tanta humillación sólo por amor. Pero ahora lo importante es que Ud. continúe la terapia para poder liberarla de sí misma. Mire Ud. si Dios es grande, la trajo aquí para entender su pasado de frustración en una edad tan importante como 18 años. Esto no es casualidad si no “la mano de Dios”, que algo quiere con Ud. y su esposo ¿No le parece este testimonio digno de escribir? Es todo tan increíble, la coincidencia de que sin saber ambos vinieron a mí. ¿Que un militar salve la vida de un comunista por amor? ¿Un comunista que Dios lo convierte a él y lo llama a ser catequista? ¿Dos vidas destruidas por las inhibiciones sexuales unen sus historias con la misma psiquiatra? Ésta es una historia tejida por la mano de Dios. Ahora usted y su esposo con la ayuda de Cristo encontrarán la sanación. Sólo él sabe por qué medios.”
Aquí se cierra la historia de amor que nunca se realizó, pero que Dios seguro la está llevando.
Más adelante en el año 1990, mi catequista Juan Figueras, luego de escuchar este relato, interpretó estos hechos como un signo de la mano de Dios que permitió en mi vida la existencia de Augusto para cumplir un plan se salvacion con mi esposo James.
Efectivamente en el sueño tanto la casa como la gata representan el estado en que se encuentra Antonieta, pese a ser una joven educada y culta, reflejada en las dimensiones de la casa, se encontraba descuidada y carente de afecto y dedicación; esto por estar paralizada por otros (como es el acto de embalsamar en que los fluidos del cuerpo son reemplazados por parafina u otro químico que impide que se descomponga, actividad desarrollada con los cuerpos de los muertos con el fin de preservarlos ). Antonieta se sentía paralizada y tomada por muerta, no comprendía porque la parálisis del miedo y peor aún, sufría enormemente al ser abordada por su enamorado desde la agresividad. Las palabras del doctor fueron certeras, pero aparentemente subestimaron la importancia este factor de “acción padecida” que tiene el concepto de estar embalsamada; el daño de Antonieta se le había causado desde fuera, otras personas, no era algo que ella hubiera generado y por lo mismo no lo podía resolver sola y era urgente.
ResponderEliminarTan bueno es el sueño para reflejar el sufrimiento de ambos que luego Antonieta recoge las palabras de Augusto que describen su estado como una “calma exasperante que me derrumba”.
Lo más lamentable, pese al dolor del desencuentro amoroso, es que ni tras dos años del sueño, ni al comprobar los dichos del doctor, Antonieta comprendió la magnitud de su dificultad, siguió abandonada al sufrimiento como la casa del sueño por muchos muchos años. Fueron necesarios 40 para que encontrara la respuesta a los que “salió mal de la relación” y diez más para que lograra sanarla. El mayor daño de Antonieta es el embalsamamiento, este proceso ligado a los abusos y al desamor que la alejo del cuerpo y sus sensaciones y la dejo congelada sin poder vivir libre y plenamente. Este estado se puede asociar al diagnóstico por el que llegamos a atenderla, La Fibromialgia. Es vital resolver el sufrimiento crónico y no subestimar el dolor cuando nos paraliza.
,Queridos Fabiola y Miguel: Esta de mas decir que los Comentarios estan verdaderamente " Extraordinarios ".He pasado mi vida como bien dicen padeciendo dolores del cuerpo y he visto a cantidad de Doctores que han intentado quitarmelos sin exito por años. Cantidad de diagnosticos, jaquecas, colon, fibromialgia, higado, depresion,ect.Solo son paliativos que luego , vuelven. Ustedes para variar han dado en el Centro del mal, en mis dolores del alma
ResponderEliminarTodos mis miedos al cuerpo, al daño de las personas.No es cosa de remedios ni mas tratamientos, es mi alma la que tiene que sanar.
Luego de la experiencia de profundo dolor por la grave enfermedad de mi hija
Kathleen , tener este encuentro con el Padre PIo , que escucho mis oraciones y resucitarla,
comprendi que esta clase de dolor cronico de toda una vida, solo se trata en Cristo Jesus
quien padecio todos los Dolores por mi,solo por amor. Hoy estoy con menos dolores, miedos ,angustias , tristezas , me mantengo en Oracion y me siento una rescadada del Señor que
los mando a ustedes de Angeles Sanadores del alma. Por eso, sere una eterna agradecida del Señor que me los envio.Ya casi al final de mi vida ( 70 años) pero estoy experimentando una inmensa liberacion : psicologica, espiritual,
social, una paz, confianza en EL que todo lo puede.DESATO MIS AMARRAS y a mi edad me esta regalando , una nueva vida,Leo, escribo, compongo, dibujo ,aprendi a usar el Computador,,
Me estoy aceptando a mi misma y aquererme cada dia mas.
Ustedes son mis Angeles. GRACIAS, GRACIAS.
,REZO POR USTEDES CADA NOCHE Y POR TODOS LOS QUE SUFREN .
Que lindas palabras son estas que nos dedicas!! Es maravilloso todo lo que has conseguido lograr y queda mucho por conquistar... vamos pronto a volar!! ;)
ResponderEliminar.Querido Miguel: Todo cuanto estoy logrando aunque sea una vieja ya, se los debo asus Terapias y sobretodo alAMOR y PACIENCIA QUE HAN TENIDO DE AYUDAR TANTO A ALGUIEN TAN COMPLICADO COMO YO que todos los Medicos se aburrian de mi, porque no me sanaba como ellos esperaban de mi. Ustedes solamente se dieron la tremendia molestia de atenderme ya hace un año y darme esperanzas.Jamas olvidare la molestia que Fabiola se daba en ir a la Terapia , solo por mi, eso no hay nada como se pueda pagar:el AMOR. aUNQUE VEO QUE MIS LECTORAS PARECE QUE SE OLVIDARON DE MI Y NO ME HACEN COMENTARIOS,talvez las estoy aburriendo , igual,
ResponderEliminarcontinuo, aunque sea para que ustedes se alegren
y vean que su esfuerzo no fue en vano.
Ya no soy la misma, ya no me derrumbo por la opinion ajena., continuare , aunque sea solo por mi y por ustedes . Ahora ya se que soy una persona que recien estoy conociendo Y ME GUSTA GRACIAS A USTEDES.
Echo mucho de menos a Fabiola, pero comprendo que las novias tienen mucho que hacer.
MAÑANA IREMOS A FALABELLA A COMPRAR EL REGALO FELICIDADES A LOS NOVIOS ¡
1MIGUEL Y FABIOLA SE CASAN CHIQUILLAS, FELICITENLOS ¡¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡